Relatos de Realidad y Ficción...
Los Cuentos de Ficción de Benedicto Pozuelos Gil
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No cabe la menor duda, que cuando el hombre se encariña con algo, vive y se muere por ese algo al leer y analizar los cuentos de mi dilecto amigo Benedicto Pozuelos Gil; me he podido transportar a diferentes lugares del país y encontrarme con muchos de sus personajes.
En la mayoría de los trabajos, siempre se menciona bien a un agente, bien a un jefe o a un sargento de la policía nacional de Guatemala. Esto claro, no es mas que la transportación del ideal de quien honestamente sirvió a la institución por mas de 30 años en su calidad de secretario de jefaturas policiacas en toda la republica, lo que le dio lugar a tener mayores relaciones con miembros de la institución, para poder hacer estos trabajos con toda seguridad de acuerdo a sus relatos sobre "rondines", retenes, turnos fijos o asuntos relacionados con el transito.
Seguro estoy que este trabajo si gustara al lector, porque esta hecho con toda la sencillez del caso, para poder ser entendidos por cualquier persona, con que únicamente sepa leer. nuestras leyendas siguen vivas, pues aun en las aldeas los verdaderos campesinos que nacen y que mueren trabajando la tierra y es porque saben respetarla aun pasando penurias; desde "el carruaje de la chochera", hasta "como me lo contaron te lo cuento" esta la gracia del poeta, que emborronando cuartillas deleita al lector con esto que tanta falta nos sigue haciendo cada día como lo son nuestras tradicionales leyendas y el amor a la tierra que nos vio nacer, por eso este trabajo tan original Benedicto pozuelos gil hace la llamada a eso que vamos olvidando, la historia de Guatemala tendrá a un nuevo escritor de leyendas y el oriente de Guatemala sabrá valorizar el esfuerzo del escritor al recordarnos lo que han sido y siguen siendo nuestras creencias.
La obra no necesita mayores preámbulos, así esta bien para que tanto en casillas, como en San Andrés sajcabaja, en canilla, en camotan o en los contornos del tivoli zona 9 de Guatemala, la llorona, la siguanaba, el duende o los aparecidos sigan viviendo su propia vida.
En la mayoría de los trabajos, siempre se menciona bien a un agente, bien a un jefe o a un sargento de la policía nacional de Guatemala. Esto claro, no es mas que la transportación del ideal de quien honestamente sirvió a la institución por mas de 30 años en su calidad de secretario de jefaturas policiacas en toda la republica, lo que le dio lugar a tener mayores relaciones con miembros de la institución, para poder hacer estos trabajos con toda seguridad de acuerdo a sus relatos sobre "rondines", retenes, turnos fijos o asuntos relacionados con el transito.
Seguro estoy que este trabajo si gustara al lector, porque esta hecho con toda la sencillez del caso, para poder ser entendidos por cualquier persona, con que únicamente sepa leer. nuestras leyendas siguen vivas, pues aun en las aldeas los verdaderos campesinos que nacen y que mueren trabajando la tierra y es porque saben respetarla aun pasando penurias; desde "el carruaje de la chochera", hasta "como me lo contaron te lo cuento" esta la gracia del poeta, que emborronando cuartillas deleita al lector con esto que tanta falta nos sigue haciendo cada día como lo son nuestras tradicionales leyendas y el amor a la tierra que nos vio nacer, por eso este trabajo tan original Benedicto pozuelos gil hace la llamada a eso que vamos olvidando, la historia de Guatemala tendrá a un nuevo escritor de leyendas y el oriente de Guatemala sabrá valorizar el esfuerzo del escritor al recordarnos lo que han sido y siguen siendo nuestras creencias.
La obra no necesita mayores preámbulos, así esta bien para que tanto en casillas, como en San Andrés sajcabaja, en canilla, en camotan o en los contornos del tivoli zona 9 de Guatemala, la llorona, la siguanaba, el duende o los aparecidos sigan viviendo su propia vida.
Zacapa 8 de febrero de 1983.
Víctor Hugo Cordón Archila
Director de La Casa de la Cultura de Zacapa.
Víctor Hugo Cordón Archila
Director de La Casa de la Cultura de Zacapa.
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Amigo lector
Cuando se emprende un camino, la base fundamental es implorar ante el creador para viajar lleno de bendición, con fe de un retorno de bienestar porque el camino fue alumbrado con la luz pura que dio la esperanza de augurios y un futuro mejor.
Esta vez obligado por el pensamiento de desarchivar el hilo que formaba los 10 millones de receptores del cerebro, tuve la idea de escribir y no guardar en silencio sin dar a conocer una parte de casos de antaño, tomando la razón de actuar recordando a dios en cada trabajo como guía espiritual para sacar adelante las ideas y todo lo puesto en marcha.
Los relatos que usted leerá no tienen ningún problema de entendimiento, porque están inspirados y escritos
sencillamente para que cualquiera que los lea comprenda, pues en mi trayectoria de las letras ha sido mi lema así como opinión particular, ser claridoso y no dejar en duda con palabras problemáticas.
En el archivo particular existe remembranza de los méritos sobre trabajos literarios para la institución policial publicados en varias revistas de relaciones publicas, habiéndoseme galardonado por la dirección general del ramo, galardones que hoy adornan la sala, siendo este el motivo que los quince trabajos van dedicados a la institución de la policía nacional donde pase mi juventud por lo que la recordare hasta el final de mi existencia; por esos recuerdos fue que esta escrito el aparecido inspector sin cabeza cuando se rondaba el sector tivoli sur, actualmente zona 9 Guatemala.
Cuando se emprende un camino, la base fundamental es implorar ante el creador para viajar lleno de bendición, con fe de un retorno de bienestar porque el camino fue alumbrado con la luz pura que dio la esperanza de augurios y un futuro mejor.
Esta vez obligado por el pensamiento de desarchivar el hilo que formaba los 10 millones de receptores del cerebro, tuve la idea de escribir y no guardar en silencio sin dar a conocer una parte de casos de antaño, tomando la razón de actuar recordando a dios en cada trabajo como guía espiritual para sacar adelante las ideas y todo lo puesto en marcha.
Los relatos que usted leerá no tienen ningún problema de entendimiento, porque están inspirados y escritos
sencillamente para que cualquiera que los lea comprenda, pues en mi trayectoria de las letras ha sido mi lema así como opinión particular, ser claridoso y no dejar en duda con palabras problemáticas.
En el archivo particular existe remembranza de los méritos sobre trabajos literarios para la institución policial publicados en varias revistas de relaciones publicas, habiéndoseme galardonado por la dirección general del ramo, galardones que hoy adornan la sala, siendo este el motivo que los quince trabajos van dedicados a la institución de la policía nacional donde pase mi juventud por lo que la recordare hasta el final de mi existencia; por esos recuerdos fue que esta escrito el aparecido inspector sin cabeza cuando se rondaba el sector tivoli sur, actualmente zona 9 Guatemala.
Los 15 relatos son:
El carruaje de la cochera
Desafío a los relatos
Leyendas de la llorona
Todo cabe en lo posible
El coyote con frio
Caso de la llorona
Ixporpuac, cuerpo ruin, caballero o tapa caminos
El inspector sin cabeza
Mi hermano domingo
Los espantos del amigo noriega
Caso del puente el tesoro
Puente los esclavos
El padre había muerto
La escolta y el famoso reten
Como me lo contaron se lo cuento.
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El carruaje de la cochera.
El amigo lico, estaba bastante joven, en camino de las entretenciones amorosas, espina que siempre va clavada en el corazón de la vida moza donde todo es romance lo que llena el vacío del corazón.
Cuenta que radicaba en la capital, cuando corría el año 1918 que, predominaba el tranvía y los carruajes que fueron siendo olvidados por la evolución del tiempo, el adelanto y la locomoción.
Cierta vez, tuvo necesidad de cumplir una encomienda ordenada por el jefe de la casa y así hacer el mandado, recuerda que eran como las nueve de la noche, pues ya se había quedado lejos la oración que antes tanto se respetaba, así abordo un carruaje controlando el tiempo por la luz de la luna. Después de cruzar por la 14 calle rumbo sur del cantón el gallito siguiendo dirección hacia el cementerio general, desde donde pasaría por la vieja cochera del cementerio que la juventud no tuvo la suerte de conocer.
Al divisar la entrada principal de la ciudad de los muertos, el pensamiento lo atormentaba, se le venían miles de cosas a la cabeza que, por momentos olvidaba la misión que llevaba, pero hace patente el gozo cuando el cochero con el pie imprimía el botón sonando el lindón del timbre en vez de la bocina de viento.
Llego a su destino cumpliendo con el mandado, luego media vuelta porque lo esperaban en casa. En una parad a estaba una esbelta mujer que le hizo la señal para que la llevaran. A todo esto ya eran las doce de la noche, en aquel silencio que el consuelo era el débil alumbrado de los viejos faroles y que la luna a veces se escondía dando margen a los espantos.
¿Que me dice mi cliente? le damos un halon a la seño, le inquirió el cochero... esta bien...hagámosle la campaña... tal vez después nos hace un favor ella... le contesto lico. Pase adelante... si vive retirado por lo menos la encaminamos... la señorita subió al coche, lico se corrió para un lado del asiento para dejar donde se acomodara la acompañante. luego comenzó con las interrogantes que nunca hacen falta...que para donde iba a esa hora...que hacia sola en ese silencio de la noche... la guapa mujer solo movía la cabeza en son de contestación, lico no entendía nada, todo era pura jerigonza, quemando por la curiosidad corrió la cortina para que les alumbrara la escasa luz del farolito rojo del carruaje... en ese momento vio para donde estaba la seño... pensando acercarse un poco mas... pero por poco se desmaya y cae del coche al ver la espeluznante calavera que vestía de riguroso luto... que pasa interrumpió el cochero... mire para atrás lo que pasa le contesto casi agónico... el cochero no vio nada...luego se dio cuenta que caminaban solos y de la mujer ni las huellas solo quedo el aullar de los perros del gallito y lico no volvió a salir en las noches con rumbo al cementerio aun que lo mataran a cinchazos.
Ixporpuac, cuerpo ruin, caballero o tapa caminos.
(4 nombres-pero es el mismo pájaro)
Este pájaro sale a los caminos por las tardes se atraviesa con su vuelo despacioso simulando a un planeador, en la noche sus ojitos dan una luz como una fuerte brasa. Al estar cerca de el alza el vuelo a nivel de tierra y vuelve a pararse mas adelante como tapando el camino y por eso muchos que lo conocen le dicen tapa caminos.
Este pajarito ha sido de mal agüero, no conviene matarlo, porque la mala suerte llega a la familia, supersticiones que han existido en los tiempos idos que jamás vuelven.
En san Andrés -sajcabaja- departamento del quiche, se encontraban unos patojos jugando (traviesos como siempre) al llegar de tarde apareció el ixporpuac, nombre en dialecto que se cruzaba a baja altura cerca de la chiquillada y en una de tantas un patojo sin importarle le tiro un garrotazo, con tan buena puntería que le acertó dándole muerte, haciendo la bulla por lo que había hecho. Pero los otros compañeros asustados le preguntaron ¿para que lo mataste? no vez que es mal agüero, porque se muere alguno de la familia.
El patojo pensó que era una figuración de los demás, pero posteriormente cuando había transcurrido varios días, todo se convirtió en realidad, pues llego el susto y tragedia podemos decir, que el abuelo del patojo que había matado al caballero, falleció sin estar enfermo. Entonces se recordó de lo manifestado por los demás, que aun costaba creerlo, no quedando duda por la muerte del abuelo. Esto le sirvió de aviso, por lo que ya nunca se atrevieron a perseguir los tapa caminos que tranquilamente sigue planeando en los caminos por las tardes.
El inspector sin cabeza.
En el año 1948 la guardia civil rondaba por sectores completos, no por parejas sino que, cada guardia rondaba solo sin más compañero que su gorgorito, ya que los revólveres eran muy escasos.
En tal tiempo existían pocas radios patrullas, eran de tipo sport, marca willys, había sector tivoli norte y sur por donde sucedieron los hechos en viejos tiempos que todavía existían bosques y poco alumbrado eléctrico.
Los guardias como era el nombre en ese año, tenían conocimiento que en el sector sur aparecía rondando un inspector sin cabeza, sin más referencias que usaban gorgorito para alertar a los demás guardias.
Una noche de julio de 1948, le correspondió a un amigo rondar el famoso sector, con tan mala suerte de saber la noticia que ahí espantaba el inspector. Abordo el recordado camión chato color gris, muy conocido por ser el único en el que se transportaban a los deportistas de la guardia civil, y a los que eran nombrados para esos sectores del tivoli.
Como a la una de la mañana de ver el guardia que el inspector que los rondaba no llegaba a echarles la primera firma en su libreta de minutas, se paso para el otro sector para platicar con el compañero, ya que también la supervigilancia en la willys no llegaba.
Seguidamente oyeron el gorgoritazo del inspector de turno, contestando el alerta con su gorgorito los guardias y se prepararon para esperar y rendir sin novedad, en aquella soledad donde solo se escuchaba el zumbido de las hojas de los cipresales de los que hasta esta fecha siempre hay varios
con vida.
Continuaron con su alerta, paso el tiempo y la hora caminaba como empujada por el viento, a lo lejos oían que los gallos cantaban en señal que cambiaba el tiempo y total que el de la vigilancia no llegaba para la firma.
A las dos de la mañana nuevamente oyeron el toque del gorgorito y volvieron a contestar, uno de los dos guardias no se aguanto y cruzo en dirección de la luz de un foco de la esquina, el otro tampoco se quiso quedar solo y lo acompaño y que sorpresa, divisaron que el inspector se aproximaba en su dirección muy tranquilamente gorgoritando como cuadra y media de distancia... ya viene dice uno... bueno...esperemos para que nos firme y nos separamos, le informare que vine a tu sector a preguntar si ya había pasado la vigilancia para que no me reporte...bueno... siguió la sorpresa, el inspector se paro en la otra esquina donde se había quemado el foco, pero siguió alertando igual al toque que hace le que ronda a los guardias, de un gorgoritazo largo en señal de su presencia. Decidieron mejor llegar a donde estaba para rendir de su turno, se encaminaron inocentemente sin recordar al inspector sin cabeza, como decían los antiguos servidores de la institución.
El pánico fue mayor cuando les faltaban unos 50 metros para hacer contacto y rendir, todavía seguía alertando; en un apagar de ojos desapareció el inspector, no había ni señas de el quedaron paralizados los guardias, sintiendo todo el cuerpo helado como que les escurría agua con hielo en toda la espalda, con sudor helado, se conformaban uno al otro de no tener miedo, se quedaron estáticos pensando en cosas del otro mundo, pues se olvidaron de tocar alerta todos extrañados de que el inspector se había esfumado.
Por el otro sector escucharon el alerta nuevamente del inspector, los guardias ya no quisieron dar contestación temiendo futuros mas peores, en la realidad de las cosas el inspector extrañado porque no le contestaban se fue acercando lentamente, dándose cuenta del estado de animo en que estaban por lo que los interrogo sobre su actitud de no contestar el alerta, sin llamadas de atención al verlos afligidos. Este si era el inspector de turno, quien les acepto la explicación del susto, indicándoles que efectivamente a muchos guardias les había pasado la misma suerte.
Refiere el inspector como el y a otros que eran de la misma edad, no hacían mucho caso de lo sucedido, recomendándoles que tuvieran cuidado y que hicieran el turno juntos para evitar cualquier problema mayor o de trascendencia comprobando así que era cierto que en el tivoli rondaba el inspector sin cabeza, como alma que caminaba en penas o que su espíritu había quedado vagando.
Mi hermano domingo.
Con aprecio pronuncio que domingo es mi hermano, cariñosamente le llamamos tío mingo, es bastante supersticioso, de esa forma se ha visto en muchos enredos de los que a ultima hora por la fe que tiene en dios ha salido bien, por instinto de su carácter se olvida a veces del creador del universo, oportunidad por lo que sus problemas le cuesta resolverlos al pie de la letra.
En su vida errante, en la vía de trabajo ha probado muchas suertes en sus 57 años de edad, ha recorrido varios lugares de Guatemala confiando en el poder que dice tener para vencer el mal que pueda hacerle y dominar cuando el lo desea.
Hace varios años dispuso por azar del destino dejar la capital, se dirigió a trabajar a santa cruz naranjo departamento de santa rosa, todo el principio fue en buena lid, después de la jornada diaria se dedicaba a descansar y así fue haciendo amistad con los vecinos del lugar motivo que lo hizo comenzar a salir por las noches diz que por las patojas, contando sus triunfos como dominador del amor.
En varias oportunidades se le ha contradicho sobre esos procedimientos que no tienen ningún buen resultado mas bien malos senderos, pero siempre hace caso omiso de los consejos dándose la altura por los secretos que sabe y ha tenido lo que le brinda confianza con ventajas de salir adelante en lo que traza o se propone -según sus puntos hechiceros.
Considerando la situación que lo embarga dispuse escribirle formándole un sin fin de mejoras en el camino con ejemplos vividos contándole las experiencias obtenida al no saber llevar una vida con sendero de verdad y fe.
Como no tomo en cuenta mis notas lo dejo en la cruzada de sus caprichos y después sus patrones en igual manera trataron de darle el buen consejo, haciéndole ver que era mejor ser pacifico y llevarse por las buenas amistades. No hizo caso, sus paseos no cesaron, las noches las manejaba para si mismo. En una ocasión sintió cierto mal estar en el cuerpo cuando cruzaba por un callejón rodeado de cafetales que le brindaban su aroma llenos de azahares preparando su fruto.
Esa vez no le dio importancia creyendo que tal vez era el cadejo que lo iba acompañando, así quedo lo sentido en una noche oscura; pero cierta noche una inmensa nube cubrió el cielo, la escasa luz de la luna no muy brillaba, abandonando el paraíso de santa cruz naranjo enclavada en santa rosa; mingo confiaba en sus secretos, se encamino de regreso para la posada. Al llegar al cruce de una calle silenciosa, no se miraba ni las manos, pues la oscuridad no se hizo de rogar y avanzo apresuradamente, sintió como todo ser humano el escalofrió material, que no dan gana de recordarlos.
En sentido opuesto a el caminaba un hombre lujosamente fumando -un gran puro- según pudo apreciar, su sorpresa y que le corto bastante el espíritu fue que, se dio cuenta que el puro echaba chispas por todos lados mas de lo normal, al acercarse mas lo invadió un tufo a cabro, pero haciendo un esfuerzo se persino acordándose de Jesucristo porque ya había sentido miedo. Intento como ultimo valor seguir adelante, pero los perros principiaron aullando; cuando se iba a enfrentar al hombre quedo paralizado al ver que el hombre se había convertido en un gran oso negro.
Al escandalo de los perros salió un patrón a ver que pasaba en la calle, alumbro con su lámpara de mano conociendo a mingo, sabiendo lo que pasaba en ese lugar lo entro a un cuarto logrando que se acostara a pesar de darse cuenta de su estado de enfriamiento y que no le hiciera frente al oso porque era el puro diablo o el dios sea con nosotros que lo estaba probando a ver si efectivamente era hombrecito cabal como el vociferaba.
Conforme lo señalado llego la salvación a mi hermano tío mingo, por el preciso momento de que su patrón abrió la puerta, quedando grabado en su pensamiento que se había topado con el diablo, el ángel malo que quiere conquistar la humanidad. dándose por entendido de la verdad, pocos días trabajo, sin decir hasta pronto abandono santa cruz naranjo con una experiencia nueva que si existen los malos espíritus, así se regreso para la capital dejando anotado en su libreta otra pena mas de su vida que cubrirá el archivo de su pasado.
Los espantos y el amigo Alberto Noriega Girón.
(ex-segundo jefe de la policía nacional)
Corría el mes de mayo de 1966 en el municipio de camotan departamento de Chiquimula, como a 500 metros de una escuela nacional. En el bordo, los padres hicieron una excavación para construir un tanque para tener agua para regar las siembras, en la excavación encontraron varias calaveras humanas de las cuales el director del establecimiento recogió una para sus estudios.
Una noche de invierno el amigo Beto Noriega, tomo su rifle calibre 22 encaminándose a cacería de conejos porque en las primeras lluvias salían los animalitos a comer llanito tierno y hojas de frijol. Esas noches son apropiadas para lucear enfocando tacuazines o conejos y que la luna se esconde, una que otra luciérnaga
que retozan bajo el manto negro alumbrando en cada movimiento de sus pestañas alitas.
Así entre sombras de la noche Beto se alejo de la población penetrando en los potreros para lograr el fin deseado y ya con su caza lograda opto por regresar para su habitación donde sus amigos dormían tranquilamente.
El caso del viaje de cacería no quedo así nada mas, cuando se acerco a la escuela, quedo sorprendido al oír que en el edificio estaban tocando una marimbita, pensando salir de la curiosidad se fue acercando imaginando que alguno de los profesores estaba ahí. Al estar cerca de las gradas sintió frio extraño y desesperante en la espalda como que le habían echado agua enhielada, unos pasos como que ya lo agarraban por detrás; solo tuvo tiempo y valor de decir ¡hurra, hurra! corrió hasta donde le dieron sus fuerzas entre mas corría mas cerca sentía que lo tomaban por la cintura, llevaba el pelo parado, los pies y piernas como que los tenia hinchados, era para el un caso de agonía.
Creyendo que tal vez de esa no se salvaba, saco fuerzas de flaqueza logrando seguir en su carrera desesperada, llegando a la casa donde de un empellón abrió la puerta asustando a sus amigos que se quedaron atónitos de verlo pasar como alma que va desenfrenada. Por fin en el interior del cuarto todo tembloroso, con voz entrecortada, todo sudado y presa del nerviosismo hizo lo que pudo para contar lo que le había pasado, porque a pesar de estar con los amigos no lo abandonaba el escalofrió que se estaba apoderando de el. Momentos después le dieron un poco de agua para que le pasara el susto investigando que espantaban en la escuela por una calavera que se encontraba en una vitrina, la que después fue retirada para tranquilidad del espantado y demás compañeros.
El caso del puente el tesoro.
Hace muchos años sucedió un caso patente en el departamento del quiche, que fue muy sonado en aquella lejana época cuando el hecho trágico tuvo su origen.
En la carretera antigua, de terracería y estrecha, entre los encuentros y Chichicastenango, en la pendiente prolongada que tiene su asiento en el puente "el tesoro" circulaba una camioneta de transportes extraurbanos bien llena de pasajeros. Al principiar a descender el vehículo sufrió una falla mecánica, el piloto trato por todos los medios para controlar la velocidad, pero le obstaculizo una maleta motivo por lo que perdió el control tomando rumbo al abismo siendo un accidente de suma gravedad, la camioneta se fue dando vueltas hasta detenerse en la profundidad a unos 200 metros, resultando muchos heridos y como once muertos. Cuentan que dentro de los pasajeros viajaban un par de esposos que fallecieron abrazados en el fatídico accidente, todo fue lamentable para los quichelenses, sumándose otras cruces más ya que han habido varios accidentes de esta naturaleza en la famosa pendiente.
Transcurrido el tiempo a eso de la oración paso por el lugar un agente viajero que iba con destino a santa cruz del quiche; al aproximarse a un medio plan de la carretera le hizo el alto una pareja que llevaba el mismo rumbo, luego detuvo la marcha y gustosamente abordaron el vehículo, pues el viajero se consoló porque ya tenia compañía para viajar y no ir tan solo en la ruta rodeada de viejos arboles musgosos y el zumbido de los pinares consuelo de los visitantes.
Continuo la marcha, pero el silencio fue el mismo como viajaba anteriormente, ya que no hubo ninguna conversación, todo era la misma soledad lo que lo puso en que pensar todo era extraño para el viajero, lo mas grave era el fuerte sudor que le salía -a pesar de ser frio- y el aire si lo sentía helado, el timón se le resbalaba de las manos por lo mojado del mismo sudor, los pies no le respondían para maniobrar el acelerador y el freno.
No pensó en ningún caso sobre natural, solo pendiente de lo raro que se sentía, el camino seguía para el solitario, sin animo de hacer preguntas, ya lejos de Chichicaste nango sentía los mismos efectos fue cuando comenzó a sospechar de la pareja que lo acompañaba, pues curioso por no oír que platicaran -como no existían- su sorpresa fue mayúscula al ver por el espejo retrovisor que iban en el mismo lugar del asiento abrazados como clavados sin ningún movimiento.
En esa incertidumbre se aproximo a la ciudad del quiche, dando gracias a dios porque en verdad caminaba con un frio cruel y en desorden como la muerte que no se le quitaba de encima.
Al divisar la garita de control de la policía nacional tuvo el valor de dirigirles la palabra con fuerte nudo en la garganta, la lengua pesada, sin embargo hizo todo lo posible por hablar.... bueno amigos.... ya llegamos.... donde los dejo.... pero no obtuvo respuesta - ya llegamos -- insistió - me oyen, repitió, al darse cuenta del silencio vio por el espejo retrovisor y que sorpresa no iba ningún pasajero con el, se quedo pasmado con un frio de ultratumba que lo sacudió una y otra vez al darse cuenta que había llevado en su automóvil a seres que ya no eran de nuestro mundo que en otro tiempo estuvieron unidos en vida y con amor y ahora paseaban unidos por el camino de los percances.
Como hombre de bien, temiendo estar equivocado o mirando visiones, reanimo un poco y se dirigió a la sargentía de orden todo apenado porque pensó que se le podrían haber caído del carro los dos acompañantes y que no se había dado cuenta, era en su adentro lo que lo consolaba y para ayudarse a salvar responsabilidades opto por dar aviso.
Al explicarle al encargado de la sargentía los momentos vividos en su trayecto le respondieron que no tuviera pena y que no existía necesidad de tomar nota, ya que la pareja que le marco el alto y condujo en su automóvil hacia muchos años que habían fallecido en un accidente de transito por el puente "el tesoro" y que no era al primero que le sucedía lo mismo, que eran seres de otro mundo. Que caso mas horroroso me paso le contesto el viajero.
Comprendiendo su situación y con la aclaración se retiro cabizbajo jurando no volver a viajar de noche como tampoco detener la marcha cuando alguien le hiciera parada en el camino, porque tal vez de otra no se salvaría, quedando grabado otro caso mas de seres que vienen recordando su pasado.
Hace muchos años conversando con un amigo, bajo la frondosa y hermosa ceiba a inmediaciones del puente colonial "los esclavos" árbol nacional que desapareció con el transcurso del tiempo, hoy existe un enorme
dique que sirve de represa para la planta generadora de energía eléctrica del inde, en ese tiempo ido el rio era famoso por su producción de delicioso camarón, cangrejo y peces muy sabrosos que le llamaban -juilín- los que se han extinguido poco a poco, probablemente porque se les ha dado demasiada cacería y no se ha hecho nada por hacer una crianza.
Así admirando lo bello de la naturaleza de lo que estaba adornado el rio con sus cerros montañosos a cada lado formando cascadas sobre lo solido de grandes piedras que sirven de esparcimiento para el caminante
que, a veces desea olvidar el bullicio y encontrar tranquilidad en su mente por lo que son muchos los que buscan la ribera de este rio olvidando un poco las penas de la vida.
Cambiando el tema de esa recordada conversación me hizo memoria sobre la construcción del puente por lo dicho que fue construido por los esclavos a base de mesclas curadas para que formara la solides y perdurara para recuerdos venideros. otros cuentan que lo construyo el diablo al haber hecho trato con un hombre que se encontraba condenado a muerte habiéndole ofrecido su alma si construía el puente antes que cantara el primer gallo. El negocio fue hecho el diablo comenzó la construcción y por mala suerte le faltaba una parte cuando a las doce de la noche canto el primer gallo, el diablo encolerizo tanto que le dio una patada para botarlo, pero solo una base daño la cual permaneció visible por muchos años, hasta que en una reparación se borro, el preso gano su libertad y no perdió su alma, ya que ese había sido su sentencia o moría o construía el tan famoso puente.
El puente colonial fue construido muy estrecho, probablemente los antepasados no se cercioraron del cambio de la locomoción o que se hicieran su aparición los vehículos motorizados, fue hecho para el caminar de los animales, carretas y otros y para no perder esta joya hicieron un puente moderno en la parte sur dándole vía a los pesados vehículos de actualidad.
Al lado norte, este puente tiene una defensa a la que le llaman diamante, sirve para quitar la fuerza a todo árbol granque que las correntadas arrastre, pues ha resistido fuertes inviernos sin que se haya dañado inclusive el temporal del año 1949 que la llena paso sobre el solamente temblaba cuando hacían impacto los grandes arboles a quienes el diamante recibía y les ponía de punta pasando luego por los arcos siendo la forma por lo que no topaban de lado conservando lo solido de la construcción.
Su padre había muerto.
Transcurría el año 1928 según cuentan en el municipio de San Rafael las Flores departamento de Santa Rosa, en una de las casas estilo oriental ubicada al fondo de un gran sitio lleno de arboles frutales con puerta de golpe en la entrada al lado de la calle...
Ahí vivía una guapa y esbelta joven de cabello castaño que le adornaba el hermoso cuerpo, ojos cafés, de mirada profunda, de esas miradas que a cualquiera hipnotiza.
Al aproximarse la caída del sol con su madrecita se acomodaban bajo la sombra de un matasano, sentadas sobre un grueso trozo de cedro, donde ambas se peinaban con vaselina blanca comprada por centavos en la botica del pueblo y si no había, pues con una manita de manteca de coche.
Al sazonar la joven lucia su vestido de colores hasta el tobillo del pie coqueteando con dirección al pozo con su cantarito en la cintura que la adornaba de gracia y admiración para quienes la veían en el caminito bajo la mirada de los celajes que la contemplaban desde lo alto.
Ella todavía estaba ausente del amor, sin ninguna duda para el futuro, solo deseaba vivir su vida cerca de su progenitora.
Paso el tiempo que siempre es enemigo de la juventud porque se la lleva, hasta que por fin tenía sus dudas
apareciendo un apuesto muchacho siempre oriental de la misma edad, que bajaba de la montaña en un briosocaballo tordillo. pues una tarde por casualidad se cruzo por el rio, cerca del pozo donde quedo estático al ver aquella belleza de mujer a quien se le acerco, pero ella un tanto asustada y mas corriendo que otra cosa se regreso a casa, el muchacho le prometió volver otro día con la esperanza de ser correspondido.
Desde esa fecha -el encuentro- la joven que ya cumplía sus quince años entro en duda recordando las palabras que por primera vez recibía de un hombre. Comenzó su pensamiento a traicionarla, no decía nada a su familia porque en esos tiempos era caso muy delicado que se supiera que una hija tuviera novio, eran capaz de encerrarla cuando llegaran las cuatro de la tarde.
El recuerdo que no se puede esclavizar la impulsaba, repetía el mismo trabajo con su cántaro y haciendo patente la tarde que fue enamorada. Entro aun mas el tiempo que tampoco se detenía y acepto que el enamorado la buscara en el pozo que todo fuere separado de la casa, porque sentía miedo que la castigaran o le prohibieran la salida...el yo lo vi... de los vecinos -no tardo- . Una vecina lengua larga, sin miramiento de nada corrió con el chisme que por poco le cuesta la vida a la pobre mama al recibir el impacto que ya sabia que su única hija tenia novio... Por fin entro la calma después de la inesperada sorpresa quien era aconsejada por los otros vecinos que acudieron en su auxilio. El padre se hacia el loco y por el amor de su hija solo recomendaba el casamiento para honra de la hija, de la casa y que no hubiera burla por parte del novio, pero su perdón se lo daba sin mucho esfuerzo, aceptando en mejor forma que fuere visitada en casa, continuando el golpe para la pobre madre.
Prosiguió el noviazgo, porque no se encontró otro remedio, todos los días llegaba el prometido, amarraba su caballo bajo la sombra de un palo de aguacate y el matasano seguía siendo testigo del idilio.
Cuando cambio la estación las cosechas de milpa, frijol, papa y cebolla -no fueron muy buenas- trajo consigo pobreza la que abarco la casa que era escenario amoroso.
Por tal razón el padre de la muchacha tuvo que buscar la forma de agenciarse de los centavos, disponiendo tomar rumbo a la costa sur a trabajar o como le fuere posible dejando provisiones a la familia para mientras regresaba.
Se dieron la despedida bastante dolorosa por la separación como intuición de no volver a verse como cosas del destino porque era la primera vez que se separaban, sin otra salida para curar el mal que buscar trabajo. Con lágrimas y con el corazón preso de sentimiento el padre hizo el último esfuerzo y se ausento de su pueblo natal recomendando que deseaba el bien para su hija -que se casara- .
el enamorado al ver la soledad que faltaba la mano de respeto en casa, fue cambiando el parecer ya con otra clase de intención, presionaba a la muchacha para que se fugara con el, que abandonara la casa y que después se casarían; ella bastante dura recordaba las recomendaciones de su padre.
Sin embargo vencida por el cariño que se ahondaba más y más -no soportaba- por lo que decidió aceptar la fuga como se decía en aquellos tiempos en los lugares de oriente. Un 24 de octubre -día de san Rafael- ella tenía preparada su bolsita de papel con algunos vestidos que había logrado esconder para tomar camino con su novio.
La luna ilumino los horizontes, con sus rayos cubrió el valle quedando claro como el propio día.
Cuando se disponía salir de casa, antes de abrir la puerta y que la viejita ya roncaba tranquilamente, se encomendó a dios porque no sabía el futuro que la esperaba.
que sorpresa que en ese momento diviso que su papa regresaba y se dirigía a la casa -pensó que tal vez llegaba a la fiesta del pueblo- por lo que no encontró otro camino que el regreso, mientras que el novio ajeno al suceso permanecía escondido bajo un árbol de jocote de corona.
La novia logro regresar entrando de nuevo a casa, sin aliento de nada, más desmayada que otra cosa. El padre siguió su camino y se entro a su cuarto como de costumbre.
La joven con el corazón que ya se le salía escuchaba los movimientos y por fin la venció el sueño, quedando dormida, arrepentida porque estaba desobedeciendo al papa por lo que había ocurrido. Al amanecer toda pensativa, dio los buenos días y su primer pregunta fue. ¿Y mi papa?... como que mi papa... le contesto la mama... estas soñando que pregunta esa, el esta lejos... ah... yo pense que anoche había venido. Luego sintió fuerte frio que le corrió por todo el cuerpo con un hormigueo tremendo parándole el pelo -como decía su abuela- pero sin chispar palabra se recostó sobre el poyo viendo retozar las llamas del fuego donde en el comal se doraban unas grandes tortillas, su pensamiento era jurar no volver a intentar escapar nuevamente.
Momentos después recibieron un telegrama de un amigo que les comunicaba que el papa estaba muy grave y hospitalizado. Entro la pena y la incertidumbre, la joven recordaba nostálgicamente de haberlo visto la noche anterior, tal vez ya era el espíritu que el pronosticaba algo fatal.
Mas tarde llego otro telegrama comunicándoles que su señor padre había fallecido. Enloquecieron de dolor al saber la infausta noticia, ingreso la intranquilidad a la casa, quedando sin el jefe del hogar -sin amparo o dirección-.
Los años no perezosos siguieron su camino, la joven cumplió su promesa de no abandonar la casa, porque el alma de su padre la perseguía, mirando su sombra, escuchando su voz llegando como resultado a perder el miedo.
El enamorado al darse cuenta que era imposible llevar a cabo su malos pensamientos y ciegamente enamorado dispuso ofrecer casamiento y finalizar la separación y llevar adelante ese sendero pensando en dios y en el altar.
Al estar casándose apareció la silueta del papa levanto la mano y los bendijo... entonces ella exclamo ¡mi padre esta aquí! toda la gente pensó diferente imaginándose visiones el sonrió hizo un ademan de felicidad, se escondió en el infinito para siempre. El caso quedo concluido se escucho nuevamente el murmullo de los acompañantes y la pareja fue feliz, gracias al creador que les tendió su mano echándoles su santa bendición, el hogar fue feliz y hasta pronto.
La escolta y el famoso reten.
En los poblados de oriente en el antaño por ciertas circunstancias, las autoridades necesitaban gente ya sea para trabajar en caminos por el boleto de ornato o de vialidad -lo que era obligatorio- no había mas orden que darle la orden al jefe del reten, sin misericordia o se procedía a la captura a como diera lugar, sin respetar el domicilio, sin orden de juez competente, la gente se cansaba de tanto trabajar forzosamente, no obstante tener su certificación de que si tenia trabajos propios de agricultura y su libreta sellada para los jornales del mes -la obligación era tener 150 tareas apuntadas-.
Muchos vecinos optaban por esconderse al tener información que estaban agarrando para cualquier trabajo, o capturando por no haber asistido a la cita del domingo -tiempos de recuerdo-.
Una noche un familiar (+) huyendo de ellos se interno en la huerta con otros amigos, descansando en una zanja que estaban haciendo para paso del agua para el regadío, sonaron las doce de la noche y comenzaron a escuchar que los perros del pueblo se angustiaban ladrando y aullando a inmediaciones del pueblo de san Rafael las flores, entonces se pusieron alertas por aquello de las dudas.
Como a la media hora los perros de la casa corrieron de un lugar a otro como persiguiendo una caza, al rato escucharon voces y una carrera para donde ellos estaban, al oír decir ¡aquí están!, luego un tropel se aproximaba no tuvieron mas que salir corriendo llevándose con el pecho los arbolitos que encontraban a su paso, ya en el otro extremo, de la huerta decidieron detener la carrera poniéndose de acuerdo entregarse a la escolta, de repente escucharon la carrera en su dirección y que también botaban los arbolitos de guineo y otros ahí sembrados.
Al sentir un aire helado extrañaron que únicamente una sombra negra cruzo la cerca para donde ellos estaban parados, dejando un tufo a azufre, que a pesar de ser puros hombres quedaron enmudecidos por cierto tiempo con la imaginación sin ninguna dirección.
Un nudo les apretó la garganta, con énfasis de darle varias mordidas al machete corvo reanimando para poder volver a casa con remembranza de lo que les había ocurrido, haciendo hincapié de no correr cuando agarraban gente por parte de la escolta.
Con aquel recuerdo fresco de un pasado con la idea clavada en la cabeza de saber que existían los espantos y burlas, pues cuenta este familiar que una noche la luna acariciaba el pueblo y como arte de magia se fue adentrando en la huerta, esa vez no huía de la escolta, que al llegar a un paternal, de momento escucho que iba gente corriendo en el cafetal, sintiendo algo anormal salió huyendo ya que la bulla lo seguía, oyendo que botaban el guineal igual como la noche que los corrieron, fue tanto el susto que quedo aturdido y que por fin se dio cuenta que no había nada, solamente era victima de la misma burla.
Cuentan muchos vecinos de la casa, que en donde esta ubicada la huerta todo el tiempo han espantado, ya que anteriormente fue cementerio por lo que deja impreso que la burla de las almas que en penas van volando por el lugar, buscando algo poderoso que, tal vea nunca exista.
Como me lo contaron te lo cuento.
Relata el agente Wenceslao García Pinto, que cuando tenia 11 años de edad, vivía en la aldea el porvenir del municipio de San Diego Zacapa, rancho construido en un terreno baldío, bajo la potestad, de su tata, mas bien que el terreno era comunal como era antes por aquellos lugares, mas o menos como en las montañas de Jalapa.
Mi tata dice, entonces como se acostumbraba en los recordados tiempos, no se usaba pantalón sino que se vestía con calzón de manta de las tres erres -r.r.r.- con sandalias o caites de hule o cuero, con chaqueta volando.
Cierta vez en pleno día a las 10 de la mañana se encontraban campando el ganado y dispusieron descansar un rato sentándose bajo un árbol de nance; yo me senté en el llanito y el mi tata encima de una laja.
De su chaqueta saco una bolsita con tabaco, una mecha de papel, una piedra de fuego y su famoso eslabón para encender la chispa, así hizo un cigarrillo de tusa. Bien recuerdo cuando mi tata se lo pasó por la lengua para suavizar más el cigarrillo.
Como a los tres golpes que le dio a la piedra de fuego encendió la mecha y comenzó a echar humo, se quedo pensativo mirando como el suave viento jugueteaba con el humo que despedía haciendo rueditas, dejándose ver únicamente la vena de la tusa que no se dejaba dominar por el fuego.
Terminando de fumar estaba, ya se preparaban para regresar al rancho. principiaron a oír un zumbido bastante anormal, yo dice me puse malicioso mirando para todos lados, mi difunto tata al ver la duda que tenia se esmero poniendo mas cuidado y trato que cuanto antes nos marcháramos para el rancho.
Regresemos mijo ese zumbido es de ronrones de ayote, no tengas cuidado, mas malicioso me puso porque no era tiempo de ayotes, peor de ronrones. Mi tata recogió tres piedras pequeñas y antes de caminar de regreso las coloco a un lado de donde estábamos sentados, como dejando seña de algo.
Al día siguiente en forma disimulada salió con mi nana sin decir nada, todo lo hizo en silencio. Yo seguía con la duda que no se me quitaba de la cabeza y en un descuido salí en busca de ellos, que sorpresa donde oímos el ruido ahí había hecho una excavación como un metro de profundidad encontrando fragmentos como de cal o mescla dando a entender que encontró algo misterioso.
El asunto no termino así nomas, pues una tarde vi por un clarito de la madera del rancho que mis tatas estaban limpiando bambas y unas fichas pequeñas que estaban mohosas retirándoseme la duda que me abatía comprobando que sacaron una tinaja con pisto antiguo.
Después de todo me di cuenta que mi tata prestaba pisto al interés -y de donde si éramos pobres- compro vacas, bueyes y un día compro un terreno con el dinero que habían sacado. La suerte no le tardo porque mi tata como a los diez años murió y en esas circunstancias se llevo el secreto y la pobreza nos avanzo nuevamente, yo cause alta en la policía donde todavía estoy luchando por ganar el sustento diario.
El amigo lico, estaba bastante joven, en camino de las entretenciones amorosas, espina que siempre va clavada en el corazón de la vida moza donde todo es romance lo que llena el vacío del corazón.
Cuenta que radicaba en la capital, cuando corría el año 1918 que, predominaba el tranvía y los carruajes que fueron siendo olvidados por la evolución del tiempo, el adelanto y la locomoción.
Cierta vez, tuvo necesidad de cumplir una encomienda ordenada por el jefe de la casa y así hacer el mandado, recuerda que eran como las nueve de la noche, pues ya se había quedado lejos la oración que antes tanto se respetaba, así abordo un carruaje controlando el tiempo por la luz de la luna. Después de cruzar por la 14 calle rumbo sur del cantón el gallito siguiendo dirección hacia el cementerio general, desde donde pasaría por la vieja cochera del cementerio que la juventud no tuvo la suerte de conocer.
Al divisar la entrada principal de la ciudad de los muertos, el pensamiento lo atormentaba, se le venían miles de cosas a la cabeza que, por momentos olvidaba la misión que llevaba, pero hace patente el gozo cuando el cochero con el pie imprimía el botón sonando el lindón del timbre en vez de la bocina de viento.
Llego a su destino cumpliendo con el mandado, luego media vuelta porque lo esperaban en casa. En una parad a estaba una esbelta mujer que le hizo la señal para que la llevaran. A todo esto ya eran las doce de la noche, en aquel silencio que el consuelo era el débil alumbrado de los viejos faroles y que la luna a veces se escondía dando margen a los espantos.
¿Que me dice mi cliente? le damos un halon a la seño, le inquirió el cochero... esta bien...hagámosle la campaña... tal vez después nos hace un favor ella... le contesto lico. Pase adelante... si vive retirado por lo menos la encaminamos... la señorita subió al coche, lico se corrió para un lado del asiento para dejar donde se acomodara la acompañante. luego comenzó con las interrogantes que nunca hacen falta...que para donde iba a esa hora...que hacia sola en ese silencio de la noche... la guapa mujer solo movía la cabeza en son de contestación, lico no entendía nada, todo era pura jerigonza, quemando por la curiosidad corrió la cortina para que les alumbrara la escasa luz del farolito rojo del carruaje... en ese momento vio para donde estaba la seño... pensando acercarse un poco mas... pero por poco se desmaya y cae del coche al ver la espeluznante calavera que vestía de riguroso luto... que pasa interrumpió el cochero... mire para atrás lo que pasa le contesto casi agónico... el cochero no vio nada...luego se dio cuenta que caminaban solos y de la mujer ni las huellas solo quedo el aullar de los perros del gallito y lico no volvió a salir en las noches con rumbo al cementerio aun que lo mataran a cinchazos.
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Desafío a los relatos.
La casualidad que se impone en los relatos de espanto, que mas tarde van buscando el camino de la historia en las leyendas de nuestra amada y querida Guatemala.
En San Rafael Las Flores del departamento de Santa Rosa, soy propietario de un sitio o lote sembrado de arboles frutales y sombra, donde el hermano domingo venia mirando una luz verde que, se encendía y apagaba, pues según las creencias de nuestros viejos familiares, donde aparecía esta señal, era porque existía algún entierro de dinero en bambas de oro o de plata antigua, con el nombre también de castellana o vasijas de pisto; con esa curiosidad dispuso domingo hacer una excavación guardando el secreto, si le preguntaban por lo que hacia contestaba que estaba sacando tierra para fabricar adobe, pero solo el sabia lo que tenia en mente y que encerraba la realidad de las cosas.
Cuando había excavado como metro y medio encontró una piedra, similar a la de moler maíz lo que le dio la pauta que algo bueno encontraría. Continúo el trabajo con más esmero con el pensamiento que trataba de confundirlo, imaginándose el resultado de su tarea. Al extraer la piedra vio que debajo estaba un sapo y sin meditar en lo mínimo tomo el azadón y lo arrojo a la cerca.
Teniendo en su poder la piedra como de moler llego un amigo, no teniendo otro remedio le conto sobre lo que había encontrado, fue así cuando se le cambio el sentir, precisamente observaba con curiosidad, como podría haber un sapo a tanta profundidad, sin que existiera cueva o el salidero para la superficie. De inmediato se dedicaron a buscar en el lugar donde tiro el sapo, hicieron todo el esfuerzo, pero en vano, ya que no encontraron nada, no obstante que hacia minutos había tirado el objeto encontrado.
Comprendiendo que con el procedimiento anterior se le escapo la suerte de las propias manos, sin mas esperanza que consolarse por su mala intuición y hora.
Por la duda que lo continuaba invadiendo, recordando el tiempo desperdiciado, sigue la excavación encontrando únicamente una ollita de barro antiguo de las que nuestros antepasados enterraron la cual guardo como un recuerdo, ya que sin darse cuenta tiro la suerte a la cerca.
Transcurrido el tiempo le conto a su hermano herculano, todos los pormenores y resultados de la excavación. El hermano le vocifero que el no creía en espantos, aparecidos o burlas, que todo lo dominaba con su valor como puro hombre de oriente. En una de tantas la noche cubrió el valle don su manto de luto, eran como las once de la noche, escucho herculano en dirección a la excavación que estaban rompiendo la cerca, creyendo que podría ser una vaca, que haría perjuicio en los sembrados tomo su reflector, se coloco su corvo en el cinto y se dirigió al punto donde se escuchaba el ruido, pero no encontró nada anormal, todo estaba en orden.
A los lejos solo apreciaba el murmullo de las aguas del rio los esclavos que jugueteaban al hacer impacto en las piedras doradas por el sol, uno que otro árbol lo saludaba con sus hojas que las movía el viento.
Ya se disponía regresar a casa cuando sintió un fuerte escalofrió, el pelo trataba de levantarle el sombrero de palma, el viento comenzaba a chillar, de pronto que susto al darse cuenta que las ramas de un árbol de aguacate se venia al suelo, como que alguien del mas allá lo sacudía, fue un impacto de esos que nunca se pueden olvidad.
Cuenta que el famoso valor del que hacia alarde empezó a retirarse de su cuerpo; con un esfuerzo de hombre y todavía incrédulo saco su corvo para una futura defensa, se lo llevo a la boca, pero nada, no pudo darle la mordida recomendada para estos casos, ya estaba preso de pánico, tomo su lámpara de mano tratando de alumbrar, solo chas, chas...chas, también nada, que espanto, ya se iba dando por vencido haciendo lo posible por volver a casa, porque el cuerpo no le era del todo fiel, sentía miedo por vez primera, como el dice.
Así seguido por un sin fin de jerigonzas logro reincorporarse haciendo todo el animo, se encomendó a dios, saco su crucifijo, porque antes no se acordó de la fuerza espiritual, pues se concreto a salir huyendo como el alma que se lleva el diablo. cuenta que si no se encomienda al creador se lo hubiera ganado la burla como sucedía en tiempos de antes, ahora si cree que hay espantos, llegando a la conclusión que todo lo que le ocurrió fue por desafiar los relatos de ultratumba, que no han desaparecido del planeta tierra, lo único que ahora son otros los que espantan, que el duende, la llorona, así como otros han tenido miedo a la evolución y que los espesos bosques se van terminando, no hay donde esconderse para poder espantar.
La casualidad que se impone en los relatos de espanto, que mas tarde van buscando el camino de la historia en las leyendas de nuestra amada y querida Guatemala.
En San Rafael Las Flores del departamento de Santa Rosa, soy propietario de un sitio o lote sembrado de arboles frutales y sombra, donde el hermano domingo venia mirando una luz verde que, se encendía y apagaba, pues según las creencias de nuestros viejos familiares, donde aparecía esta señal, era porque existía algún entierro de dinero en bambas de oro o de plata antigua, con el nombre también de castellana o vasijas de pisto; con esa curiosidad dispuso domingo hacer una excavación guardando el secreto, si le preguntaban por lo que hacia contestaba que estaba sacando tierra para fabricar adobe, pero solo el sabia lo que tenia en mente y que encerraba la realidad de las cosas.
Cuando había excavado como metro y medio encontró una piedra, similar a la de moler maíz lo que le dio la pauta que algo bueno encontraría. Continúo el trabajo con más esmero con el pensamiento que trataba de confundirlo, imaginándose el resultado de su tarea. Al extraer la piedra vio que debajo estaba un sapo y sin meditar en lo mínimo tomo el azadón y lo arrojo a la cerca.
Teniendo en su poder la piedra como de moler llego un amigo, no teniendo otro remedio le conto sobre lo que había encontrado, fue así cuando se le cambio el sentir, precisamente observaba con curiosidad, como podría haber un sapo a tanta profundidad, sin que existiera cueva o el salidero para la superficie. De inmediato se dedicaron a buscar en el lugar donde tiro el sapo, hicieron todo el esfuerzo, pero en vano, ya que no encontraron nada, no obstante que hacia minutos había tirado el objeto encontrado.
Comprendiendo que con el procedimiento anterior se le escapo la suerte de las propias manos, sin mas esperanza que consolarse por su mala intuición y hora.
Por la duda que lo continuaba invadiendo, recordando el tiempo desperdiciado, sigue la excavación encontrando únicamente una ollita de barro antiguo de las que nuestros antepasados enterraron la cual guardo como un recuerdo, ya que sin darse cuenta tiro la suerte a la cerca.
Transcurrido el tiempo le conto a su hermano herculano, todos los pormenores y resultados de la excavación. El hermano le vocifero que el no creía en espantos, aparecidos o burlas, que todo lo dominaba con su valor como puro hombre de oriente. En una de tantas la noche cubrió el valle don su manto de luto, eran como las once de la noche, escucho herculano en dirección a la excavación que estaban rompiendo la cerca, creyendo que podría ser una vaca, que haría perjuicio en los sembrados tomo su reflector, se coloco su corvo en el cinto y se dirigió al punto donde se escuchaba el ruido, pero no encontró nada anormal, todo estaba en orden.
A los lejos solo apreciaba el murmullo de las aguas del rio los esclavos que jugueteaban al hacer impacto en las piedras doradas por el sol, uno que otro árbol lo saludaba con sus hojas que las movía el viento.
Ya se disponía regresar a casa cuando sintió un fuerte escalofrió, el pelo trataba de levantarle el sombrero de palma, el viento comenzaba a chillar, de pronto que susto al darse cuenta que las ramas de un árbol de aguacate se venia al suelo, como que alguien del mas allá lo sacudía, fue un impacto de esos que nunca se pueden olvidad.
Cuenta que el famoso valor del que hacia alarde empezó a retirarse de su cuerpo; con un esfuerzo de hombre y todavía incrédulo saco su corvo para una futura defensa, se lo llevo a la boca, pero nada, no pudo darle la mordida recomendada para estos casos, ya estaba preso de pánico, tomo su lámpara de mano tratando de alumbrar, solo chas, chas...chas, también nada, que espanto, ya se iba dando por vencido haciendo lo posible por volver a casa, porque el cuerpo no le era del todo fiel, sentía miedo por vez primera, como el dice.
Así seguido por un sin fin de jerigonzas logro reincorporarse haciendo todo el animo, se encomendó a dios, saco su crucifijo, porque antes no se acordó de la fuerza espiritual, pues se concreto a salir huyendo como el alma que se lleva el diablo. cuenta que si no se encomienda al creador se lo hubiera ganado la burla como sucedía en tiempos de antes, ahora si cree que hay espantos, llegando a la conclusión que todo lo que le ocurrió fue por desafiar los relatos de ultratumba, que no han desaparecido del planeta tierra, lo único que ahora son otros los que espantan, que el duende, la llorona, así como otros han tenido miedo a la evolución y que los espesos bosques se van terminando, no hay donde esconderse para poder espantar.
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Otro caso de la llorona.
Un amigo cuyo nombre obra en el archivo original conto que, en el año 1953, se encontraba trabajando en la policía nacional en nueva santa rosa, antes le llamaban los bordos con otro amigo tenían novia en el municipio de casillas del mismo departamento.
Una noche de tantas, logrando el descanso reglamentario dispusieron visitar a las muchachas, que por la escasez de vehículos de aquel tiempo emprendieron la marcha montados cada uno en una mula. En el trayecto no iban imaginando nada de espantos, sino que el pensamiento era fijo en las novias, pues como decían que la llorona era una imaginación no contaban con lo que el futuro les marcaba.
Cuando se aproximaban al puente de casillas en el silencio de la noche solo escuchaba el opa, opa, de los patojos que arreaban los bueyes para moler caña en los trapiches que están próximos a las riberas del rio, así como el murmullo de las aguas que acariciaban los chilcales.
Eran las 10 de la noche cuando empezaban a pasar el puente cuando tuvieron la sorpresa inimaginable haber visto que las novias estaban recostadas sobre la baranda del puente, procediendo inocentemente a desmontar de las mulas para el coloquio e inquirir por que a esa hora y en ese lugar, sacaron su reloj del bolsillo, no estaban equivocados eran exactamente las 10. No hubo otro recurso que llegar al punto demostrando el valor de hombres completos, haciedon recuerdos de las citas anteriores y como entrarían para desahogar el amor ciego, talvez era imposible.
Lo extraño para ellos las actitud de las muchachas, que no daban respuestas a sus palabras dulces y románticas, las saludaron, siendo el silencio la respuesta, continuaban recostadas sobre la baranda como contemplando el vaivén de las aguas con la brisa del turbulento rio como único testigo.
No hubo mas remedio que hacer el ultimo esfuerzo decidiendo tomarlos de las manos en son de broma, lo que hizo que las mujeres dieran la vuelta hacia ellos, dios mío que susto verles la cara desfigurada cuando se quitaron un velo, los ojos como dos brazas de encina, fue lo que recuerdan que miraron y no supieron cual fue la continuación, pues cuentan que al día siguiente aparecieron dentro de un zarzal a inmediaciones del peñón de la virgen, bien arañados con fuerte temperatura. De los araños no supieron la certeza jamás, si fueron las espinas de las zarzas o trabajo de la llorona que los ataco al burlarse de ellos fingiendo ser las opuestas novias.
Al encomendarse a dios lograron salir del enredo y en una casa cercana encontraron sus mulas todavía con la montura encima. El señor de la casa sin que ellos le contaran el caso, se dio cuenta de lo que les había pasado explicándoles que en el puente no era la primera vez que tal espanto aparecía y por ese motivo los vecinos si pasaban pero cuando había buena luna.
Las novias ajenas al suceso, tuvieron que hacerle atención a otro pretendiente porque sus enamorados nunca volvieron vociferando que se los había tragado la tierra.
El amigo de la policía dio por terminada su aventura de enamorado y el caso que le toco sufrir en carne propia, lo que el tiempo le hizo borrar para poder buscar otro amor.
Una noche de tantas, logrando el descanso reglamentario dispusieron visitar a las muchachas, que por la escasez de vehículos de aquel tiempo emprendieron la marcha montados cada uno en una mula. En el trayecto no iban imaginando nada de espantos, sino que el pensamiento era fijo en las novias, pues como decían que la llorona era una imaginación no contaban con lo que el futuro les marcaba.
Cuando se aproximaban al puente de casillas en el silencio de la noche solo escuchaba el opa, opa, de los patojos que arreaban los bueyes para moler caña en los trapiches que están próximos a las riberas del rio, así como el murmullo de las aguas que acariciaban los chilcales.
Eran las 10 de la noche cuando empezaban a pasar el puente cuando tuvieron la sorpresa inimaginable haber visto que las novias estaban recostadas sobre la baranda del puente, procediendo inocentemente a desmontar de las mulas para el coloquio e inquirir por que a esa hora y en ese lugar, sacaron su reloj del bolsillo, no estaban equivocados eran exactamente las 10. No hubo otro recurso que llegar al punto demostrando el valor de hombres completos, haciedon recuerdos de las citas anteriores y como entrarían para desahogar el amor ciego, talvez era imposible.
Lo extraño para ellos las actitud de las muchachas, que no daban respuestas a sus palabras dulces y románticas, las saludaron, siendo el silencio la respuesta, continuaban recostadas sobre la baranda como contemplando el vaivén de las aguas con la brisa del turbulento rio como único testigo.
No hubo mas remedio que hacer el ultimo esfuerzo decidiendo tomarlos de las manos en son de broma, lo que hizo que las mujeres dieran la vuelta hacia ellos, dios mío que susto verles la cara desfigurada cuando se quitaron un velo, los ojos como dos brazas de encina, fue lo que recuerdan que miraron y no supieron cual fue la continuación, pues cuentan que al día siguiente aparecieron dentro de un zarzal a inmediaciones del peñón de la virgen, bien arañados con fuerte temperatura. De los araños no supieron la certeza jamás, si fueron las espinas de las zarzas o trabajo de la llorona que los ataco al burlarse de ellos fingiendo ser las opuestas novias.
Al encomendarse a dios lograron salir del enredo y en una casa cercana encontraron sus mulas todavía con la montura encima. El señor de la casa sin que ellos le contaran el caso, se dio cuenta de lo que les había pasado explicándoles que en el puente no era la primera vez que tal espanto aparecía y por ese motivo los vecinos si pasaban pero cuando había buena luna.
Las novias ajenas al suceso, tuvieron que hacerle atención a otro pretendiente porque sus enamorados nunca volvieron vociferando que se los había tragado la tierra.
El amigo de la policía dio por terminada su aventura de enamorado y el caso que le toco sufrir en carne propia, lo que el tiempo le hizo borrar para poder buscar otro amor.
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Todo cabe en lo posible.
El amigo Alejando Pérez y José Rojas, residentes en la aldea "Chitatul", departamento del Quiche, cuenta que en el año 1955 negociaban con marranos, hacían el recorrido por el departamento ya que les iba muy bien en el negocio compraban y vendían donde les fuere mejor sin ningún contratiempo, sin muchos problemas, gozando de la confianza de sus vendedores que los esperaban para ofrecerles sus marranitos gordos y así también satisfacer sus necesidades.
En uno de los viajes del negocio, se encontraban posando en la aldea chicaman de donde tomaron rumbo a poblaj, allí como de costumbre lograron la compra retornando a Chicaman para luego volver a Santa Cruz del Quiche.
En forma lenta emprendieron el regreso con sus buenos focos de mano, machete en el cinto, con el singular arreo y canto de: coche, choche, arriba cochito, vamos andando, no te canses que ya tomaras agua en el camino.
Dentro de ese bullicio, seguidos del silbido del viento en las espesas montañas, les fue entrando la noche, sin poder apresurar el paso, ya que no les era posible porque los cochitos no son muy buenos para caminar, porque si los apuraban se les ahogaban y en vez de ganar perdían.
Les faltaban como 8 kilómetros para llegar a la aldea de chicaman, cuando un marrano no aguanto por lo gordo y comenzó a echarse, era un solo ronquido echando espuma por el hocico, lo que les daba a entender que no aguantaba mas.
Entonces antes de entrar en la parte mas despoblada, dispusieron suplicarle a un indígena que se lo iban a dejar recomendado para que se lo cuidara y que le pagarían, lo que el aborigen acepto para que los negociantes continuaran el camino.
Ya se aproximaban a su destino -chicaman- se dieron cuenta que el indito les daba alcance con la mala noticia que el cerdo gordo se había muerto. Sin perder minutos alquilaron una mula para conducirlo para venderlo para hacer jabón así no sufrían mucha perdida; en fin la cabeza era un solo descontrol.
Amarraron bien el marrano y nuevamente a caminar, al entrar en un camino desolado que solo el silbar de las lechuzas y el canto del búho los acompañaba, se fijaron que el animal se iba a caer de la bestia por lo que procedieron a asegurarlo mejor, ellos que se acercan a la mula cuando los tomaron de sorpresa al apedrearlos, zumbaban las piedras de un lado a otro, ellos estáticos, miraban a todos lados y nada anormal que les pudiera molestar, pensaron en el indito pero este ya estaba lejos, si era solo un despoblado.
Trataron otra vez en vano de apretar el lazo, pero fue peor la agresión de pedradas, lo mas sospechoso del caso es que de donde piedras si no era lugar que las hubiera, sin embaro el ruido les pasaba cerca, pues no daban con el blanco y seguían con la defensa de agacharse, pero como siempre, el pero -el cuerpo los comenzó a traicionar- ya que sudaban helado, sentían hielo en la espalda, el famoso escalofrió los hacia presa, los pies como que eran de plomo que les impedía caminar. No les quedo mas que recordar a dios, sacaron aliento emprendiendo la huida juntamente con la lastimada mula que corría por delante, quien tal vez ella si sabia lo que estaba pasando, pues cuentan que no se asustaba con las pedradas se entretenía buscando que comer, mientras ellos objeto de las pedradas.
Así en aquella esforzada carrera lograron llegar a la aldea, hasta donde los encaminaron las pedradas, piedras que jamás vieron, pues comprendieron según su entender, que habían sido victimas de las travesuras del duende, creyendo desde ese momento de experiencia que si existían los espíritus
burlones del mas allá o de nuestro planeta.
El amigo Alejando Pérez y José Rojas, residentes en la aldea "Chitatul", departamento del Quiche, cuenta que en el año 1955 negociaban con marranos, hacían el recorrido por el departamento ya que les iba muy bien en el negocio compraban y vendían donde les fuere mejor sin ningún contratiempo, sin muchos problemas, gozando de la confianza de sus vendedores que los esperaban para ofrecerles sus marranitos gordos y así también satisfacer sus necesidades.
En uno de los viajes del negocio, se encontraban posando en la aldea chicaman de donde tomaron rumbo a poblaj, allí como de costumbre lograron la compra retornando a Chicaman para luego volver a Santa Cruz del Quiche.
En forma lenta emprendieron el regreso con sus buenos focos de mano, machete en el cinto, con el singular arreo y canto de: coche, choche, arriba cochito, vamos andando, no te canses que ya tomaras agua en el camino.
Dentro de ese bullicio, seguidos del silbido del viento en las espesas montañas, les fue entrando la noche, sin poder apresurar el paso, ya que no les era posible porque los cochitos no son muy buenos para caminar, porque si los apuraban se les ahogaban y en vez de ganar perdían.
Les faltaban como 8 kilómetros para llegar a la aldea de chicaman, cuando un marrano no aguanto por lo gordo y comenzó a echarse, era un solo ronquido echando espuma por el hocico, lo que les daba a entender que no aguantaba mas.
Entonces antes de entrar en la parte mas despoblada, dispusieron suplicarle a un indígena que se lo iban a dejar recomendado para que se lo cuidara y que le pagarían, lo que el aborigen acepto para que los negociantes continuaran el camino.
Ya se aproximaban a su destino -chicaman- se dieron cuenta que el indito les daba alcance con la mala noticia que el cerdo gordo se había muerto. Sin perder minutos alquilaron una mula para conducirlo para venderlo para hacer jabón así no sufrían mucha perdida; en fin la cabeza era un solo descontrol.
Amarraron bien el marrano y nuevamente a caminar, al entrar en un camino desolado que solo el silbar de las lechuzas y el canto del búho los acompañaba, se fijaron que el animal se iba a caer de la bestia por lo que procedieron a asegurarlo mejor, ellos que se acercan a la mula cuando los tomaron de sorpresa al apedrearlos, zumbaban las piedras de un lado a otro, ellos estáticos, miraban a todos lados y nada anormal que les pudiera molestar, pensaron en el indito pero este ya estaba lejos, si era solo un despoblado.
Trataron otra vez en vano de apretar el lazo, pero fue peor la agresión de pedradas, lo mas sospechoso del caso es que de donde piedras si no era lugar que las hubiera, sin embaro el ruido les pasaba cerca, pues no daban con el blanco y seguían con la defensa de agacharse, pero como siempre, el pero -el cuerpo los comenzó a traicionar- ya que sudaban helado, sentían hielo en la espalda, el famoso escalofrió los hacia presa, los pies como que eran de plomo que les impedía caminar. No les quedo mas que recordar a dios, sacaron aliento emprendiendo la huida juntamente con la lastimada mula que corría por delante, quien tal vez ella si sabia lo que estaba pasando, pues cuentan que no se asustaba con las pedradas se entretenía buscando que comer, mientras ellos objeto de las pedradas.
Así en aquella esforzada carrera lograron llegar a la aldea, hasta donde los encaminaron las pedradas, piedras que jamás vieron, pues comprendieron según su entender, que habían sido victimas de las travesuras del duende, creyendo desde ese momento de experiencia que si existían los espíritus
burlones del mas allá o de nuestro planeta.
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El coyote con frio.
El trayecto de la vida humana, se ven y oyen casos que han pasado, que en verdad todavía a pesar del cambio que ha tenido el tiempo, siguen pasando.
En lo remoto de ese tiempo, cuando las viejecitas al oír el aullar de los perros se persignaban encomendándose a dios, porque algo malo podría pasar.
Este caso es verídico, resulta que en la aldea canilla jurisdicción de san Andrés sajcabaja, quiche, existe un cerro muy montañoso que le nombran el cerro sajmagil, que cerca esta la mencionada joya, los 4 pinos, en dicho cerro hace mas de 76 años mas o menos, después de las 10 de la noche, cuando los vecinos se disponían al descanso de la faena diaria, las noches se tornaban demasiado oscuras, todo parecía un luto, no se miraban ni las manos, cundía un silencio espantoso, era tanto el miedo que ningún vecino se animaba a salir porque se interponía el pánico.
En el momento menos esperado el cerro sajmagil, era toda la mira para ellos. al principiar a aullar de un coyote, lo hacia en una forma diferente a los demás todo destemplado, sin el tono corente a los demás todo destemplado, sin el tono conocido, un aullar extraño, parecía que el animal tenia frio y por ese motivo los habitantes del lugar lo bautizaron con el nombre de coyote con frio.
Al oírse aullar, los perros de las casas se erizaban espantados y se ponían a salvo logrando meterse a la cocina o debajo de las camas; los gatos aterrorizados maullaban haciendo más difícil el momento, las aves de corral, gallinas y chompipes se daban a cacarear, el ambiente se llenaba de incertidumbre.
Las praderas y horizontes enredadas en silencio. Total que el temor cundía sin misericordia en la aldea canilla, los ancianos sabedores de lo anormal y casos de otro mundo, así como de malos augurios, rezaban a la virgen, a todos los santos que tenían en sus altares, indicando a las familias que se aproximaba la peste.
En efecto no muy lejos del día que el coyote con frio aullaba, los vecinos comenzaban a enfermar, muchos sin alivio de ninguna naturaleza y morían, la sugestión se apropiaba de aquellos desconsolados vecinos, ya que en toda la aldea la mentada peste atacaba, llevándose a su paso los demás caseríos.
Permanecieron por mucho tiempo con zozobra, porque al decir la realidad, era seguro que al anunciarlo el coyote, pura señal que cualquier desgracia se acercaba o la famosa peste, toda la alegría desaparecía por lo espantoso que les ocurría pidiéndole al creador de todas las cosas, haciendo varios ritos autóctonos o costumbres, así como el avance del tiempo, el coyote desapareció o murió, el miedo se ausento, se lo llevo al infinito donde seria su lugar, se hizo presente un futuro mejor, el sendero dio luz a una vida normal, dejando solo en el recuerdo de los ancianos lo de los malos augurios.
El trayecto de la vida humana, se ven y oyen casos que han pasado, que en verdad todavía a pesar del cambio que ha tenido el tiempo, siguen pasando.
En lo remoto de ese tiempo, cuando las viejecitas al oír el aullar de los perros se persignaban encomendándose a dios, porque algo malo podría pasar.
Este caso es verídico, resulta que en la aldea canilla jurisdicción de san Andrés sajcabaja, quiche, existe un cerro muy montañoso que le nombran el cerro sajmagil, que cerca esta la mencionada joya, los 4 pinos, en dicho cerro hace mas de 76 años mas o menos, después de las 10 de la noche, cuando los vecinos se disponían al descanso de la faena diaria, las noches se tornaban demasiado oscuras, todo parecía un luto, no se miraban ni las manos, cundía un silencio espantoso, era tanto el miedo que ningún vecino se animaba a salir porque se interponía el pánico.
En el momento menos esperado el cerro sajmagil, era toda la mira para ellos. al principiar a aullar de un coyote, lo hacia en una forma diferente a los demás todo destemplado, sin el tono corente a los demás todo destemplado, sin el tono conocido, un aullar extraño, parecía que el animal tenia frio y por ese motivo los habitantes del lugar lo bautizaron con el nombre de coyote con frio.
Al oírse aullar, los perros de las casas se erizaban espantados y se ponían a salvo logrando meterse a la cocina o debajo de las camas; los gatos aterrorizados maullaban haciendo más difícil el momento, las aves de corral, gallinas y chompipes se daban a cacarear, el ambiente se llenaba de incertidumbre.
Las praderas y horizontes enredadas en silencio. Total que el temor cundía sin misericordia en la aldea canilla, los ancianos sabedores de lo anormal y casos de otro mundo, así como de malos augurios, rezaban a la virgen, a todos los santos que tenían en sus altares, indicando a las familias que se aproximaba la peste.
En efecto no muy lejos del día que el coyote con frio aullaba, los vecinos comenzaban a enfermar, muchos sin alivio de ninguna naturaleza y morían, la sugestión se apropiaba de aquellos desconsolados vecinos, ya que en toda la aldea la mentada peste atacaba, llevándose a su paso los demás caseríos.
Permanecieron por mucho tiempo con zozobra, porque al decir la realidad, era seguro que al anunciarlo el coyote, pura señal que cualquier desgracia se acercaba o la famosa peste, toda la alegría desaparecía por lo espantoso que les ocurría pidiéndole al creador de todas las cosas, haciendo varios ritos autóctonos o costumbres, así como el avance del tiempo, el coyote desapareció o murió, el miedo se ausento, se lo llevo al infinito donde seria su lugar, se hizo presente un futuro mejor, el sendero dio luz a una vida normal, dejando solo en el recuerdo de los ancianos lo de los malos augurios.
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Otro caso de la llorona.
Estando en la edad escolar el autor en la tierra natal san Rafael las flores departamento de santa rosa, me nombraban para llevar las mulas y caballos al potrero, a un kilometro de distancia de la casa, cierta vez al llegar a la puerta de golpe, sentí algo raro el cuerpo, sin apartarse de mi el consabido escalofrió, un tanto extraño me pregunte ¿será que siento miedo? o será presentimiento de lo oculto, sin embargo continúe arreando los animales, seguido de un fuerte viento que soplaba los arboles, que me helado mas todavía pero seguí el camino para llegar a la quebrada de los planes, luego oír que el agua hacia ruido, se movía mas de la cuenta sin imaginarme lo sobrenatural.
Después escuche el golpe de un guacal dentro del agua seguido de golpes en las piedras, al rato ¡¡que gran susto!! llego lo inesperado, un grito escalofriante de, ayyyyy, ayyyyy, al instante vi la silueta de una mujer alta cabello largo, desconocida, luego otra y otra vez, ayyyyy, ayyyyyy, ya fue difícil el control, no resistía mas, sin otro remedio que patas para que te quiero, salí corriendo, con todas mi fuerzas, a pesar que los pies no respondían legalmente porque se habían puestos pesados, pero por el poder de dios, logre avanzar hasta detener la carrera en la casa, con el corazón que se me salía de tanto latir.
Conté lo sucedido, trataron de animarme para que no tuviera miedo, siendo así como me di cuenta que me había topado con la llorona, ya que los viejitos contaban que en ese paso de la quebrada siempre la oían gritar; casos como estos a muchos les fue similar con la conclusión que no contaban nada, pero a mi el ir al potrero de noche a dejar las mulas había terminado, ya no me hicieron volver, quedando solo el recuerdo del gran susto que sentí por vez primera.
Estando en la edad escolar el autor en la tierra natal san Rafael las flores departamento de santa rosa, me nombraban para llevar las mulas y caballos al potrero, a un kilometro de distancia de la casa, cierta vez al llegar a la puerta de golpe, sentí algo raro el cuerpo, sin apartarse de mi el consabido escalofrió, un tanto extraño me pregunte ¿será que siento miedo? o será presentimiento de lo oculto, sin embargo continúe arreando los animales, seguido de un fuerte viento que soplaba los arboles, que me helado mas todavía pero seguí el camino para llegar a la quebrada de los planes, luego oír que el agua hacia ruido, se movía mas de la cuenta sin imaginarme lo sobrenatural.
Después escuche el golpe de un guacal dentro del agua seguido de golpes en las piedras, al rato ¡¡que gran susto!! llego lo inesperado, un grito escalofriante de, ayyyyy, ayyyyy, al instante vi la silueta de una mujer alta cabello largo, desconocida, luego otra y otra vez, ayyyyy, ayyyyyy, ya fue difícil el control, no resistía mas, sin otro remedio que patas para que te quiero, salí corriendo, con todas mi fuerzas, a pesar que los pies no respondían legalmente porque se habían puestos pesados, pero por el poder de dios, logre avanzar hasta detener la carrera en la casa, con el corazón que se me salía de tanto latir.
Conté lo sucedido, trataron de animarme para que no tuviera miedo, siendo así como me di cuenta que me había topado con la llorona, ya que los viejitos contaban que en ese paso de la quebrada siempre la oían gritar; casos como estos a muchos les fue similar con la conclusión que no contaban nada, pero a mi el ir al potrero de noche a dejar las mulas había terminado, ya no me hicieron volver, quedando solo el recuerdo del gran susto que sentí por vez primera.
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Ixporpuac, cuerpo ruin, caballero o tapa caminos.
(4 nombres-pero es el mismo pájaro)
Este pájaro sale a los caminos por las tardes se atraviesa con su vuelo despacioso simulando a un planeador, en la noche sus ojitos dan una luz como una fuerte brasa. Al estar cerca de el alza el vuelo a nivel de tierra y vuelve a pararse mas adelante como tapando el camino y por eso muchos que lo conocen le dicen tapa caminos.
Este pajarito ha sido de mal agüero, no conviene matarlo, porque la mala suerte llega a la familia, supersticiones que han existido en los tiempos idos que jamás vuelven.
En san Andrés -sajcabaja- departamento del quiche, se encontraban unos patojos jugando (traviesos como siempre) al llegar de tarde apareció el ixporpuac, nombre en dialecto que se cruzaba a baja altura cerca de la chiquillada y en una de tantas un patojo sin importarle le tiro un garrotazo, con tan buena puntería que le acertó dándole muerte, haciendo la bulla por lo que había hecho. Pero los otros compañeros asustados le preguntaron ¿para que lo mataste? no vez que es mal agüero, porque se muere alguno de la familia.
El patojo pensó que era una figuración de los demás, pero posteriormente cuando había transcurrido varios días, todo se convirtió en realidad, pues llego el susto y tragedia podemos decir, que el abuelo del patojo que había matado al caballero, falleció sin estar enfermo. Entonces se recordó de lo manifestado por los demás, que aun costaba creerlo, no quedando duda por la muerte del abuelo. Esto le sirvió de aviso, por lo que ya nunca se atrevieron a perseguir los tapa caminos que tranquilamente sigue planeando en los caminos por las tardes.
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El inspector sin cabeza.
En el año 1948 la guardia civil rondaba por sectores completos, no por parejas sino que, cada guardia rondaba solo sin más compañero que su gorgorito, ya que los revólveres eran muy escasos.
En tal tiempo existían pocas radios patrullas, eran de tipo sport, marca willys, había sector tivoli norte y sur por donde sucedieron los hechos en viejos tiempos que todavía existían bosques y poco alumbrado eléctrico.
Los guardias como era el nombre en ese año, tenían conocimiento que en el sector sur aparecía rondando un inspector sin cabeza, sin más referencias que usaban gorgorito para alertar a los demás guardias.
Una noche de julio de 1948, le correspondió a un amigo rondar el famoso sector, con tan mala suerte de saber la noticia que ahí espantaba el inspector. Abordo el recordado camión chato color gris, muy conocido por ser el único en el que se transportaban a los deportistas de la guardia civil, y a los que eran nombrados para esos sectores del tivoli.
Como a la una de la mañana de ver el guardia que el inspector que los rondaba no llegaba a echarles la primera firma en su libreta de minutas, se paso para el otro sector para platicar con el compañero, ya que también la supervigilancia en la willys no llegaba.
Seguidamente oyeron el gorgoritazo del inspector de turno, contestando el alerta con su gorgorito los guardias y se prepararon para esperar y rendir sin novedad, en aquella soledad donde solo se escuchaba el zumbido de las hojas de los cipresales de los que hasta esta fecha siempre hay varios
con vida.
Continuaron con su alerta, paso el tiempo y la hora caminaba como empujada por el viento, a lo lejos oían que los gallos cantaban en señal que cambiaba el tiempo y total que el de la vigilancia no llegaba para la firma.
A las dos de la mañana nuevamente oyeron el toque del gorgorito y volvieron a contestar, uno de los dos guardias no se aguanto y cruzo en dirección de la luz de un foco de la esquina, el otro tampoco se quiso quedar solo y lo acompaño y que sorpresa, divisaron que el inspector se aproximaba en su dirección muy tranquilamente gorgoritando como cuadra y media de distancia... ya viene dice uno... bueno...esperemos para que nos firme y nos separamos, le informare que vine a tu sector a preguntar si ya había pasado la vigilancia para que no me reporte...bueno... siguió la sorpresa, el inspector se paro en la otra esquina donde se había quemado el foco, pero siguió alertando igual al toque que hace le que ronda a los guardias, de un gorgoritazo largo en señal de su presencia. Decidieron mejor llegar a donde estaba para rendir de su turno, se encaminaron inocentemente sin recordar al inspector sin cabeza, como decían los antiguos servidores de la institución.
El pánico fue mayor cuando les faltaban unos 50 metros para hacer contacto y rendir, todavía seguía alertando; en un apagar de ojos desapareció el inspector, no había ni señas de el quedaron paralizados los guardias, sintiendo todo el cuerpo helado como que les escurría agua con hielo en toda la espalda, con sudor helado, se conformaban uno al otro de no tener miedo, se quedaron estáticos pensando en cosas del otro mundo, pues se olvidaron de tocar alerta todos extrañados de que el inspector se había esfumado.
Por el otro sector escucharon el alerta nuevamente del inspector, los guardias ya no quisieron dar contestación temiendo futuros mas peores, en la realidad de las cosas el inspector extrañado porque no le contestaban se fue acercando lentamente, dándose cuenta del estado de animo en que estaban por lo que los interrogo sobre su actitud de no contestar el alerta, sin llamadas de atención al verlos afligidos. Este si era el inspector de turno, quien les acepto la explicación del susto, indicándoles que efectivamente a muchos guardias les había pasado la misma suerte.
Refiere el inspector como el y a otros que eran de la misma edad, no hacían mucho caso de lo sucedido, recomendándoles que tuvieran cuidado y que hicieran el turno juntos para evitar cualquier problema mayor o de trascendencia comprobando así que era cierto que en el tivoli rondaba el inspector sin cabeza, como alma que caminaba en penas o que su espíritu había quedado vagando.
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Mi hermano domingo.
Con aprecio pronuncio que domingo es mi hermano, cariñosamente le llamamos tío mingo, es bastante supersticioso, de esa forma se ha visto en muchos enredos de los que a ultima hora por la fe que tiene en dios ha salido bien, por instinto de su carácter se olvida a veces del creador del universo, oportunidad por lo que sus problemas le cuesta resolverlos al pie de la letra.
En su vida errante, en la vía de trabajo ha probado muchas suertes en sus 57 años de edad, ha recorrido varios lugares de Guatemala confiando en el poder que dice tener para vencer el mal que pueda hacerle y dominar cuando el lo desea.
Hace varios años dispuso por azar del destino dejar la capital, se dirigió a trabajar a santa cruz naranjo departamento de santa rosa, todo el principio fue en buena lid, después de la jornada diaria se dedicaba a descansar y así fue haciendo amistad con los vecinos del lugar motivo que lo hizo comenzar a salir por las noches diz que por las patojas, contando sus triunfos como dominador del amor.
En varias oportunidades se le ha contradicho sobre esos procedimientos que no tienen ningún buen resultado mas bien malos senderos, pero siempre hace caso omiso de los consejos dándose la altura por los secretos que sabe y ha tenido lo que le brinda confianza con ventajas de salir adelante en lo que traza o se propone -según sus puntos hechiceros.
Considerando la situación que lo embarga dispuse escribirle formándole un sin fin de mejoras en el camino con ejemplos vividos contándole las experiencias obtenida al no saber llevar una vida con sendero de verdad y fe.
Como no tomo en cuenta mis notas lo dejo en la cruzada de sus caprichos y después sus patrones en igual manera trataron de darle el buen consejo, haciéndole ver que era mejor ser pacifico y llevarse por las buenas amistades. No hizo caso, sus paseos no cesaron, las noches las manejaba para si mismo. En una ocasión sintió cierto mal estar en el cuerpo cuando cruzaba por un callejón rodeado de cafetales que le brindaban su aroma llenos de azahares preparando su fruto.
Esa vez no le dio importancia creyendo que tal vez era el cadejo que lo iba acompañando, así quedo lo sentido en una noche oscura; pero cierta noche una inmensa nube cubrió el cielo, la escasa luz de la luna no muy brillaba, abandonando el paraíso de santa cruz naranjo enclavada en santa rosa; mingo confiaba en sus secretos, se encamino de regreso para la posada. Al llegar al cruce de una calle silenciosa, no se miraba ni las manos, pues la oscuridad no se hizo de rogar y avanzo apresuradamente, sintió como todo ser humano el escalofrió material, que no dan gana de recordarlos.
En sentido opuesto a el caminaba un hombre lujosamente fumando -un gran puro- según pudo apreciar, su sorpresa y que le corto bastante el espíritu fue que, se dio cuenta que el puro echaba chispas por todos lados mas de lo normal, al acercarse mas lo invadió un tufo a cabro, pero haciendo un esfuerzo se persino acordándose de Jesucristo porque ya había sentido miedo. Intento como ultimo valor seguir adelante, pero los perros principiaron aullando; cuando se iba a enfrentar al hombre quedo paralizado al ver que el hombre se había convertido en un gran oso negro.
Al escandalo de los perros salió un patrón a ver que pasaba en la calle, alumbro con su lámpara de mano conociendo a mingo, sabiendo lo que pasaba en ese lugar lo entro a un cuarto logrando que se acostara a pesar de darse cuenta de su estado de enfriamiento y que no le hiciera frente al oso porque era el puro diablo o el dios sea con nosotros que lo estaba probando a ver si efectivamente era hombrecito cabal como el vociferaba.
Conforme lo señalado llego la salvación a mi hermano tío mingo, por el preciso momento de que su patrón abrió la puerta, quedando grabado en su pensamiento que se había topado con el diablo, el ángel malo que quiere conquistar la humanidad. dándose por entendido de la verdad, pocos días trabajo, sin decir hasta pronto abandono santa cruz naranjo con una experiencia nueva que si existen los malos espíritus, así se regreso para la capital dejando anotado en su libreta otra pena mas de su vida que cubrirá el archivo de su pasado.
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(ex-segundo jefe de la policía nacional)
Corría el mes de mayo de 1966 en el municipio de camotan departamento de Chiquimula, como a 500 metros de una escuela nacional. En el bordo, los padres hicieron una excavación para construir un tanque para tener agua para regar las siembras, en la excavación encontraron varias calaveras humanas de las cuales el director del establecimiento recogió una para sus estudios.
Una noche de invierno el amigo Beto Noriega, tomo su rifle calibre 22 encaminándose a cacería de conejos porque en las primeras lluvias salían los animalitos a comer llanito tierno y hojas de frijol. Esas noches son apropiadas para lucear enfocando tacuazines o conejos y que la luna se esconde, una que otra luciérnaga
que retozan bajo el manto negro alumbrando en cada movimiento de sus pestañas alitas.
Así entre sombras de la noche Beto se alejo de la población penetrando en los potreros para lograr el fin deseado y ya con su caza lograda opto por regresar para su habitación donde sus amigos dormían tranquilamente.
El caso del viaje de cacería no quedo así nada mas, cuando se acerco a la escuela, quedo sorprendido al oír que en el edificio estaban tocando una marimbita, pensando salir de la curiosidad se fue acercando imaginando que alguno de los profesores estaba ahí. Al estar cerca de las gradas sintió frio extraño y desesperante en la espalda como que le habían echado agua enhielada, unos pasos como que ya lo agarraban por detrás; solo tuvo tiempo y valor de decir ¡hurra, hurra! corrió hasta donde le dieron sus fuerzas entre mas corría mas cerca sentía que lo tomaban por la cintura, llevaba el pelo parado, los pies y piernas como que los tenia hinchados, era para el un caso de agonía.
Creyendo que tal vez de esa no se salvaba, saco fuerzas de flaqueza logrando seguir en su carrera desesperada, llegando a la casa donde de un empellón abrió la puerta asustando a sus amigos que se quedaron atónitos de verlo pasar como alma que va desenfrenada. Por fin en el interior del cuarto todo tembloroso, con voz entrecortada, todo sudado y presa del nerviosismo hizo lo que pudo para contar lo que le había pasado, porque a pesar de estar con los amigos no lo abandonaba el escalofrió que se estaba apoderando de el. Momentos después le dieron un poco de agua para que le pasara el susto investigando que espantaban en la escuela por una calavera que se encontraba en una vitrina, la que después fue retirada para tranquilidad del espantado y demás compañeros.
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Hace muchos años sucedió un caso patente en el departamento del quiche, que fue muy sonado en aquella lejana época cuando el hecho trágico tuvo su origen.
En la carretera antigua, de terracería y estrecha, entre los encuentros y Chichicastenango, en la pendiente prolongada que tiene su asiento en el puente "el tesoro" circulaba una camioneta de transportes extraurbanos bien llena de pasajeros. Al principiar a descender el vehículo sufrió una falla mecánica, el piloto trato por todos los medios para controlar la velocidad, pero le obstaculizo una maleta motivo por lo que perdió el control tomando rumbo al abismo siendo un accidente de suma gravedad, la camioneta se fue dando vueltas hasta detenerse en la profundidad a unos 200 metros, resultando muchos heridos y como once muertos. Cuentan que dentro de los pasajeros viajaban un par de esposos que fallecieron abrazados en el fatídico accidente, todo fue lamentable para los quichelenses, sumándose otras cruces más ya que han habido varios accidentes de esta naturaleza en la famosa pendiente.
Transcurrido el tiempo a eso de la oración paso por el lugar un agente viajero que iba con destino a santa cruz del quiche; al aproximarse a un medio plan de la carretera le hizo el alto una pareja que llevaba el mismo rumbo, luego detuvo la marcha y gustosamente abordaron el vehículo, pues el viajero se consoló porque ya tenia compañía para viajar y no ir tan solo en la ruta rodeada de viejos arboles musgosos y el zumbido de los pinares consuelo de los visitantes.
Continuo la marcha, pero el silencio fue el mismo como viajaba anteriormente, ya que no hubo ninguna conversación, todo era la misma soledad lo que lo puso en que pensar todo era extraño para el viajero, lo mas grave era el fuerte sudor que le salía -a pesar de ser frio- y el aire si lo sentía helado, el timón se le resbalaba de las manos por lo mojado del mismo sudor, los pies no le respondían para maniobrar el acelerador y el freno.
No pensó en ningún caso sobre natural, solo pendiente de lo raro que se sentía, el camino seguía para el solitario, sin animo de hacer preguntas, ya lejos de Chichicaste nango sentía los mismos efectos fue cuando comenzó a sospechar de la pareja que lo acompañaba, pues curioso por no oír que platicaran -como no existían- su sorpresa fue mayúscula al ver por el espejo retrovisor que iban en el mismo lugar del asiento abrazados como clavados sin ningún movimiento.
En esa incertidumbre se aproximo a la ciudad del quiche, dando gracias a dios porque en verdad caminaba con un frio cruel y en desorden como la muerte que no se le quitaba de encima.
Al divisar la garita de control de la policía nacional tuvo el valor de dirigirles la palabra con fuerte nudo en la garganta, la lengua pesada, sin embargo hizo todo lo posible por hablar.... bueno amigos.... ya llegamos.... donde los dejo.... pero no obtuvo respuesta - ya llegamos -- insistió - me oyen, repitió, al darse cuenta del silencio vio por el espejo retrovisor y que sorpresa no iba ningún pasajero con el, se quedo pasmado con un frio de ultratumba que lo sacudió una y otra vez al darse cuenta que había llevado en su automóvil a seres que ya no eran de nuestro mundo que en otro tiempo estuvieron unidos en vida y con amor y ahora paseaban unidos por el camino de los percances.
Como hombre de bien, temiendo estar equivocado o mirando visiones, reanimo un poco y se dirigió a la sargentía de orden todo apenado porque pensó que se le podrían haber caído del carro los dos acompañantes y que no se había dado cuenta, era en su adentro lo que lo consolaba y para ayudarse a salvar responsabilidades opto por dar aviso.
Al explicarle al encargado de la sargentía los momentos vividos en su trayecto le respondieron que no tuviera pena y que no existía necesidad de tomar nota, ya que la pareja que le marco el alto y condujo en su automóvil hacia muchos años que habían fallecido en un accidente de transito por el puente "el tesoro" y que no era al primero que le sucedía lo mismo, que eran seres de otro mundo. Que caso mas horroroso me paso le contesto el viajero.
Comprendiendo su situación y con la aclaración se retiro cabizbajo jurando no volver a viajar de noche como tampoco detener la marcha cuando alguien le hiciera parada en el camino, porque tal vez de otra no se salvaría, quedando grabado otro caso mas de seres que vienen recordando su pasado.
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Algo del puente los esclavos.Hace muchos años conversando con un amigo, bajo la frondosa y hermosa ceiba a inmediaciones del puente colonial "los esclavos" árbol nacional que desapareció con el transcurso del tiempo, hoy existe un enorme
dique que sirve de represa para la planta generadora de energía eléctrica del inde, en ese tiempo ido el rio era famoso por su producción de delicioso camarón, cangrejo y peces muy sabrosos que le llamaban -juilín- los que se han extinguido poco a poco, probablemente porque se les ha dado demasiada cacería y no se ha hecho nada por hacer una crianza.
Así admirando lo bello de la naturaleza de lo que estaba adornado el rio con sus cerros montañosos a cada lado formando cascadas sobre lo solido de grandes piedras que sirven de esparcimiento para el caminante
que, a veces desea olvidar el bullicio y encontrar tranquilidad en su mente por lo que son muchos los que buscan la ribera de este rio olvidando un poco las penas de la vida.
Cambiando el tema de esa recordada conversación me hizo memoria sobre la construcción del puente por lo dicho que fue construido por los esclavos a base de mesclas curadas para que formara la solides y perdurara para recuerdos venideros. otros cuentan que lo construyo el diablo al haber hecho trato con un hombre que se encontraba condenado a muerte habiéndole ofrecido su alma si construía el puente antes que cantara el primer gallo. El negocio fue hecho el diablo comenzó la construcción y por mala suerte le faltaba una parte cuando a las doce de la noche canto el primer gallo, el diablo encolerizo tanto que le dio una patada para botarlo, pero solo una base daño la cual permaneció visible por muchos años, hasta que en una reparación se borro, el preso gano su libertad y no perdió su alma, ya que ese había sido su sentencia o moría o construía el tan famoso puente.
El puente colonial fue construido muy estrecho, probablemente los antepasados no se cercioraron del cambio de la locomoción o que se hicieran su aparición los vehículos motorizados, fue hecho para el caminar de los animales, carretas y otros y para no perder esta joya hicieron un puente moderno en la parte sur dándole vía a los pesados vehículos de actualidad.
Al lado norte, este puente tiene una defensa a la que le llaman diamante, sirve para quitar la fuerza a todo árbol granque que las correntadas arrastre, pues ha resistido fuertes inviernos sin que se haya dañado inclusive el temporal del año 1949 que la llena paso sobre el solamente temblaba cuando hacían impacto los grandes arboles a quienes el diamante recibía y les ponía de punta pasando luego por los arcos siendo la forma por lo que no topaban de lado conservando lo solido de la construcción.
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Su padre había muerto.
Transcurría el año 1928 según cuentan en el municipio de San Rafael las Flores departamento de Santa Rosa, en una de las casas estilo oriental ubicada al fondo de un gran sitio lleno de arboles frutales con puerta de golpe en la entrada al lado de la calle...
Ahí vivía una guapa y esbelta joven de cabello castaño que le adornaba el hermoso cuerpo, ojos cafés, de mirada profunda, de esas miradas que a cualquiera hipnotiza.
Al aproximarse la caída del sol con su madrecita se acomodaban bajo la sombra de un matasano, sentadas sobre un grueso trozo de cedro, donde ambas se peinaban con vaselina blanca comprada por centavos en la botica del pueblo y si no había, pues con una manita de manteca de coche.
Al sazonar la joven lucia su vestido de colores hasta el tobillo del pie coqueteando con dirección al pozo con su cantarito en la cintura que la adornaba de gracia y admiración para quienes la veían en el caminito bajo la mirada de los celajes que la contemplaban desde lo alto.
Ella todavía estaba ausente del amor, sin ninguna duda para el futuro, solo deseaba vivir su vida cerca de su progenitora.
Paso el tiempo que siempre es enemigo de la juventud porque se la lleva, hasta que por fin tenía sus dudas
apareciendo un apuesto muchacho siempre oriental de la misma edad, que bajaba de la montaña en un briosocaballo tordillo. pues una tarde por casualidad se cruzo por el rio, cerca del pozo donde quedo estático al ver aquella belleza de mujer a quien se le acerco, pero ella un tanto asustada y mas corriendo que otra cosa se regreso a casa, el muchacho le prometió volver otro día con la esperanza de ser correspondido.
Desde esa fecha -el encuentro- la joven que ya cumplía sus quince años entro en duda recordando las palabras que por primera vez recibía de un hombre. Comenzó su pensamiento a traicionarla, no decía nada a su familia porque en esos tiempos era caso muy delicado que se supiera que una hija tuviera novio, eran capaz de encerrarla cuando llegaran las cuatro de la tarde.
El recuerdo que no se puede esclavizar la impulsaba, repetía el mismo trabajo con su cántaro y haciendo patente la tarde que fue enamorada. Entro aun mas el tiempo que tampoco se detenía y acepto que el enamorado la buscara en el pozo que todo fuere separado de la casa, porque sentía miedo que la castigaran o le prohibieran la salida...el yo lo vi... de los vecinos -no tardo- . Una vecina lengua larga, sin miramiento de nada corrió con el chisme que por poco le cuesta la vida a la pobre mama al recibir el impacto que ya sabia que su única hija tenia novio... Por fin entro la calma después de la inesperada sorpresa quien era aconsejada por los otros vecinos que acudieron en su auxilio. El padre se hacia el loco y por el amor de su hija solo recomendaba el casamiento para honra de la hija, de la casa y que no hubiera burla por parte del novio, pero su perdón se lo daba sin mucho esfuerzo, aceptando en mejor forma que fuere visitada en casa, continuando el golpe para la pobre madre.
Prosiguió el noviazgo, porque no se encontró otro remedio, todos los días llegaba el prometido, amarraba su caballo bajo la sombra de un palo de aguacate y el matasano seguía siendo testigo del idilio.
Cuando cambio la estación las cosechas de milpa, frijol, papa y cebolla -no fueron muy buenas- trajo consigo pobreza la que abarco la casa que era escenario amoroso.
Por tal razón el padre de la muchacha tuvo que buscar la forma de agenciarse de los centavos, disponiendo tomar rumbo a la costa sur a trabajar o como le fuere posible dejando provisiones a la familia para mientras regresaba.
Se dieron la despedida bastante dolorosa por la separación como intuición de no volver a verse como cosas del destino porque era la primera vez que se separaban, sin otra salida para curar el mal que buscar trabajo. Con lágrimas y con el corazón preso de sentimiento el padre hizo el último esfuerzo y se ausento de su pueblo natal recomendando que deseaba el bien para su hija -que se casara- .
el enamorado al ver la soledad que faltaba la mano de respeto en casa, fue cambiando el parecer ya con otra clase de intención, presionaba a la muchacha para que se fugara con el, que abandonara la casa y que después se casarían; ella bastante dura recordaba las recomendaciones de su padre.
Sin embargo vencida por el cariño que se ahondaba más y más -no soportaba- por lo que decidió aceptar la fuga como se decía en aquellos tiempos en los lugares de oriente. Un 24 de octubre -día de san Rafael- ella tenía preparada su bolsita de papel con algunos vestidos que había logrado esconder para tomar camino con su novio.
La luna ilumino los horizontes, con sus rayos cubrió el valle quedando claro como el propio día.
Cuando se disponía salir de casa, antes de abrir la puerta y que la viejita ya roncaba tranquilamente, se encomendó a dios porque no sabía el futuro que la esperaba.
que sorpresa que en ese momento diviso que su papa regresaba y se dirigía a la casa -pensó que tal vez llegaba a la fiesta del pueblo- por lo que no encontró otro camino que el regreso, mientras que el novio ajeno al suceso permanecía escondido bajo un árbol de jocote de corona.
La novia logro regresar entrando de nuevo a casa, sin aliento de nada, más desmayada que otra cosa. El padre siguió su camino y se entro a su cuarto como de costumbre.
La joven con el corazón que ya se le salía escuchaba los movimientos y por fin la venció el sueño, quedando dormida, arrepentida porque estaba desobedeciendo al papa por lo que había ocurrido. Al amanecer toda pensativa, dio los buenos días y su primer pregunta fue. ¿Y mi papa?... como que mi papa... le contesto la mama... estas soñando que pregunta esa, el esta lejos... ah... yo pense que anoche había venido. Luego sintió fuerte frio que le corrió por todo el cuerpo con un hormigueo tremendo parándole el pelo -como decía su abuela- pero sin chispar palabra se recostó sobre el poyo viendo retozar las llamas del fuego donde en el comal se doraban unas grandes tortillas, su pensamiento era jurar no volver a intentar escapar nuevamente.
Momentos después recibieron un telegrama de un amigo que les comunicaba que el papa estaba muy grave y hospitalizado. Entro la pena y la incertidumbre, la joven recordaba nostálgicamente de haberlo visto la noche anterior, tal vez ya era el espíritu que el pronosticaba algo fatal.
Mas tarde llego otro telegrama comunicándoles que su señor padre había fallecido. Enloquecieron de dolor al saber la infausta noticia, ingreso la intranquilidad a la casa, quedando sin el jefe del hogar -sin amparo o dirección-.
Los años no perezosos siguieron su camino, la joven cumplió su promesa de no abandonar la casa, porque el alma de su padre la perseguía, mirando su sombra, escuchando su voz llegando como resultado a perder el miedo.
El enamorado al darse cuenta que era imposible llevar a cabo su malos pensamientos y ciegamente enamorado dispuso ofrecer casamiento y finalizar la separación y llevar adelante ese sendero pensando en dios y en el altar.
Al estar casándose apareció la silueta del papa levanto la mano y los bendijo... entonces ella exclamo ¡mi padre esta aquí! toda la gente pensó diferente imaginándose visiones el sonrió hizo un ademan de felicidad, se escondió en el infinito para siempre. El caso quedo concluido se escucho nuevamente el murmullo de los acompañantes y la pareja fue feliz, gracias al creador que les tendió su mano echándoles su santa bendición, el hogar fue feliz y hasta pronto.
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La escolta y el famoso reten.
En los poblados de oriente en el antaño por ciertas circunstancias, las autoridades necesitaban gente ya sea para trabajar en caminos por el boleto de ornato o de vialidad -lo que era obligatorio- no había mas orden que darle la orden al jefe del reten, sin misericordia o se procedía a la captura a como diera lugar, sin respetar el domicilio, sin orden de juez competente, la gente se cansaba de tanto trabajar forzosamente, no obstante tener su certificación de que si tenia trabajos propios de agricultura y su libreta sellada para los jornales del mes -la obligación era tener 150 tareas apuntadas-.
Muchos vecinos optaban por esconderse al tener información que estaban agarrando para cualquier trabajo, o capturando por no haber asistido a la cita del domingo -tiempos de recuerdo-.
Una noche un familiar (+) huyendo de ellos se interno en la huerta con otros amigos, descansando en una zanja que estaban haciendo para paso del agua para el regadío, sonaron las doce de la noche y comenzaron a escuchar que los perros del pueblo se angustiaban ladrando y aullando a inmediaciones del pueblo de san Rafael las flores, entonces se pusieron alertas por aquello de las dudas.
Como a la media hora los perros de la casa corrieron de un lugar a otro como persiguiendo una caza, al rato escucharon voces y una carrera para donde ellos estaban, al oír decir ¡aquí están!, luego un tropel se aproximaba no tuvieron mas que salir corriendo llevándose con el pecho los arbolitos que encontraban a su paso, ya en el otro extremo, de la huerta decidieron detener la carrera poniéndose de acuerdo entregarse a la escolta, de repente escucharon la carrera en su dirección y que también botaban los arbolitos de guineo y otros ahí sembrados.
Al sentir un aire helado extrañaron que únicamente una sombra negra cruzo la cerca para donde ellos estaban parados, dejando un tufo a azufre, que a pesar de ser puros hombres quedaron enmudecidos por cierto tiempo con la imaginación sin ninguna dirección.
Un nudo les apretó la garganta, con énfasis de darle varias mordidas al machete corvo reanimando para poder volver a casa con remembranza de lo que les había ocurrido, haciendo hincapié de no correr cuando agarraban gente por parte de la escolta.
Con aquel recuerdo fresco de un pasado con la idea clavada en la cabeza de saber que existían los espantos y burlas, pues cuenta este familiar que una noche la luna acariciaba el pueblo y como arte de magia se fue adentrando en la huerta, esa vez no huía de la escolta, que al llegar a un paternal, de momento escucho que iba gente corriendo en el cafetal, sintiendo algo anormal salió huyendo ya que la bulla lo seguía, oyendo que botaban el guineal igual como la noche que los corrieron, fue tanto el susto que quedo aturdido y que por fin se dio cuenta que no había nada, solamente era victima de la misma burla.
Cuentan muchos vecinos de la casa, que en donde esta ubicada la huerta todo el tiempo han espantado, ya que anteriormente fue cementerio por lo que deja impreso que la burla de las almas que en penas van volando por el lugar, buscando algo poderoso que, tal vea nunca exista.
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Como me lo contaron te lo cuento.
Relata el agente Wenceslao García Pinto, que cuando tenia 11 años de edad, vivía en la aldea el porvenir del municipio de San Diego Zacapa, rancho construido en un terreno baldío, bajo la potestad, de su tata, mas bien que el terreno era comunal como era antes por aquellos lugares, mas o menos como en las montañas de Jalapa.
Mi tata dice, entonces como se acostumbraba en los recordados tiempos, no se usaba pantalón sino que se vestía con calzón de manta de las tres erres -r.r.r.- con sandalias o caites de hule o cuero, con chaqueta volando.
Cierta vez en pleno día a las 10 de la mañana se encontraban campando el ganado y dispusieron descansar un rato sentándose bajo un árbol de nance; yo me senté en el llanito y el mi tata encima de una laja.
De su chaqueta saco una bolsita con tabaco, una mecha de papel, una piedra de fuego y su famoso eslabón para encender la chispa, así hizo un cigarrillo de tusa. Bien recuerdo cuando mi tata se lo pasó por la lengua para suavizar más el cigarrillo.
Como a los tres golpes que le dio a la piedra de fuego encendió la mecha y comenzó a echar humo, se quedo pensativo mirando como el suave viento jugueteaba con el humo que despedía haciendo rueditas, dejándose ver únicamente la vena de la tusa que no se dejaba dominar por el fuego.
Terminando de fumar estaba, ya se preparaban para regresar al rancho. principiaron a oír un zumbido bastante anormal, yo dice me puse malicioso mirando para todos lados, mi difunto tata al ver la duda que tenia se esmero poniendo mas cuidado y trato que cuanto antes nos marcháramos para el rancho.
Regresemos mijo ese zumbido es de ronrones de ayote, no tengas cuidado, mas malicioso me puso porque no era tiempo de ayotes, peor de ronrones. Mi tata recogió tres piedras pequeñas y antes de caminar de regreso las coloco a un lado de donde estábamos sentados, como dejando seña de algo.
Al día siguiente en forma disimulada salió con mi nana sin decir nada, todo lo hizo en silencio. Yo seguía con la duda que no se me quitaba de la cabeza y en un descuido salí en busca de ellos, que sorpresa donde oímos el ruido ahí había hecho una excavación como un metro de profundidad encontrando fragmentos como de cal o mescla dando a entender que encontró algo misterioso.
El asunto no termino así nomas, pues una tarde vi por un clarito de la madera del rancho que mis tatas estaban limpiando bambas y unas fichas pequeñas que estaban mohosas retirándoseme la duda que me abatía comprobando que sacaron una tinaja con pisto antiguo.
Después de todo me di cuenta que mi tata prestaba pisto al interés -y de donde si éramos pobres- compro vacas, bueyes y un día compro un terreno con el dinero que habían sacado. La suerte no le tardo porque mi tata como a los diez años murió y en esas circunstancias se llevo el secreto y la pobreza nos avanzo nuevamente, yo cause alta en la policía donde todavía estoy luchando por ganar el sustento diario.
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Zacapa, 26 de febrero de 1983